Siendo sinceros, un beso es la chispa que enciende la llama de la pasión, por lo que se vuelve indispensable.
La escuela en casa, cumplir con los pendientes del trabajo y en general la vida como se conocía todavía no es como hace un año en medio de la pandemia del coronavirus, donde evidentemente, la sexualidad también se vio afectada.
El contagio de Covid-19 no puede producirse mediante el contacto sexual, el riesgo es por los besos y la respiración.
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ALTIBAJO SEXUAL
La Organización Mundial de la Salud encuestó a mil 559 personas mayores de 18 años indicando que disminuyó en 43.5% su calidad de su vida sexual frente a un 13.6% que asegura que habría mejorado. Un 42.8% afirmó que se mantuvo igual que antes de la pandemia.
Cuando el impacto negativo inicial se redujo y las personas comenzaron a acostumbrarse a su nueva forma de vida, también disminuyó el temor. Con más tiempo para compartir en casa, la intimidad de las parejas creció.
CALIDAD NO CANTIDAD
Gracias a este aspecto, quienes enfocaron la pausa obligatoria a la cotidianidad a mejorar la comunicación con su pareja y de paso su sexualidad, no incrementaron la frecuencia de sus relaciones.
El truco estuvo en la inclusión de nuevas prácticas sexuales, entre las que se incluyen: intentar nuevas posturas, llevar a cabo fantasías sexuales, así como probar el BDSM o masajes eróticos.
Las personas que están probando cosas nuevas tienen tres veces más probabilidades de reportar mejoras en su vida sexual que las que no.
MÁS TIEMPO PARA EL ‘PRE’
Otro de los aspectos que han cambiado es el tiempo de los preliminares. Según las cifras del año pasado, el 30% dedicaban aproximadamente 10 minutos a los juegos previos.
Este año la cifra asciende hasta el 44% y cerca del 40% asegura que le dedica hasta media hora. Pasar más tiempo en casa parece haber fomentado el “slow sex”.
Además, el tiempo dedicado al sexo en general también recibió un incremento. Finalmente, la evidencia sugiere que sentir protección y entendimiento por la pareja, puede ayudar a enfrentar el estrés provocado por el impacto del encierro, lo que se traduciría en una mayor confianza e intimidad, desembocando en sexo más divertido y placentero.
¡QUE VIVAN LAS FANTASÍAS!
Soñar en el plano sexual es sano y natural: desconectas tu mente y te sumerges en tus propios deseos, pudiendo relajarte y aliviar el estrés. Es una actividad sencilla y económica: en un abrir y cerrar de ojos puedes zambullirte en tus pasiones más profundas. En menor o mayor medida, ¡todos fantaseamos! Y además, todo está en tu mente, por lo que está libre de costes.
VIDEOS ERÓTICOS: TODO UN MUNDO DE ESTÍMULOS
Ver películas eróticas es una actividad muy común, los videos de contenido sexual ayudan a probar nuevas posturas, salir de la rutina, descubrir partes del cuerpo que resultan excitantes o incluso, redefinir nuestra propia sexualidad. Siete de cada diez parejas aseguran que desde que consumen este tipo de contenido están más satisfechas con su vida sexual.
SI AÚN HAY TEMOR PRUEBA CON ESTO…
Practica ‘sexting’ y sexo online
Por el momento hay que seguir las indicaciones de las autoridades de salud y quedarse en casa lo más posible, por lo que no es recomendable socializar tampoco en el sexo. Internet tiene un papel crucial aquí ya que permite mantener esos contactos de forma virtual sin riesgos de contagio.
El ‘sexting’, consiste en el intercambio de fotos y videos eróticos, es una práctica cada vez más extendida y muy positiva, siempre que se haga de forma segura para no poner en peligro nuestra privacidad.