Vuelve Del Toro con una «macabra fábula del carnaval»

‘Nightmare Alley’, la nueva película del cineasta mexicano, ambientada en un macabro mundo de la década de los 40, es una parábola moderna sobre la ilusión

La nueva película de Guillermo del Toro, Nightmare Alley, ambientada en un macabro mundo carnavalesco de la década de 1940, es una parábola moderna sobre la ilusión, la mentira y la codicia, dijeron el director e integrantes del elenco.

El filme, que se estrenó ayer, es el primero de Del Toro desde la ganadora del Óscar La forma del agua, y está protagonizado por Bradley Cooper como un “lector de mentes” que estafa a sus ricos clientes montando farsas en sesiones de espiritismo.

El equipo de Del Toro construyó un escenario de carnaval a gran escala de la época de la Segunda Guerra Mundial, reviviendo “espectáculos geek” en los que vagabundos debían realizar actos horripilantes obligados por empresarios que se aprovechaban de su adicción al alcohol o al opio.

“Es una acusación a cierto tipo de capitalismo, a cierto tipo de explotación de otras personas para tu propia felicidad”, dijo el coprotagonista Willem Dafoe, quien interpreta al presentador de carnaval Clem Hoately.

“Era un mundo hermoso para explorar, aunque un poco oscuro”, agregó durante una conferencia de prensa.
La historia, basada en una novela de William Lindsay Gresham y previamente adaptada al cine en 1947, está centrada en el misterioso Stan Carlisle, interpretado por Cooper, que se suma a una compañía de carnaval y aprende rápidamente el arte del mentalismo.