Ni los años alejada de la televisión pudieron con Ingrid Coronado, hecha para la conducción

Ingrid Coronado

Ingrid Coronado está disfrutando el estar de nuevo en la televisión, sobre todo con un programa tan divertido como “Todos a Bailar”, por eso no presta atención a los escándalos o críticas negativas que pudieran llagar a empañar este momento tan importante para ella.

 “Yo viví una de las situaciones mediáticas más fuertes que ha habido en este país, desgraciadamente, pero eso me dio cualquier cantidad de formas de afrontar las situaciones que
pueden ser no agradables, siempre habrá en redes sociales comentarios que pueden ser afortunados, algunos desafortunados, no se le puede caer bien a la gente”, explica Ingrid, quien este fin de semana llega a su tercer programa de “Todos a Bailar”.

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La conductora explica que ella prefiere quedarse sólo con los comentarios positivos, a lo que se refiere a su persona, y en cuanto a su trabajo, acepta las críticas y lo que puede cambiar y depende de ella lo cambia, pero lo demás lo deja a quién esté a cargo, como en este caso el productor Ángel Aponte. 

Cuando Ingrid decidió retirarse por un tiempo de la televisión, recuerda que estaba pasando por un momento muy complejo en su vida privada, que no la dejaba disfrutar todo lo demás y le era complicado realizar su trabajo con el profesionalismo que está acostumbrada.

 “Porque mi cabeza estaba pensando en 50 mil cosas a la vez, siempre tuve claro que mi bienestar y el de mi familia era prioridad, entonces es por eso que me tomé este tiempo, porque sino mi estado de salud iba a empezar a pagar factura y yo quiero estar bien para mí, para mis hijos y para el público, que me ha acompañado a lo largo de los años y que espera de mí un trabajo óptimo; entonces este cansancio era el que hacía que para mí fuera más complicado hacer algo tan sencillo como reír, por eso creo que este tiempo fue fantástico para mí”.

Aunque a esas alturas ella ya podía darse el lujo de qué hacer y que no, es que hace tres años hizo uso de ese privilegio y se decantó por el radio y ahora un proyecto en televisión.

“Mi carrera habla por mí, llevo muchos años siendo una persona sumamente entregada a su trabajo, soy muy profesional y me gusta hacer mi trabajo lo mejor posible, trato de hacerle la vida fácil a quienes trabajan conmigo, para que tengamos un producto que sea exitoso, por eso es necesario que me gusten y me apasionen”.

Es por eso cuando Azteca le puso una propuesta en la mesa, ella decidió aceptar por varias razones el programa “Todos a bailar”, primero porque es sobre música, algo que la acompaña desde el inicio de su carrera; también de baile, Ingrid practica la danza desde pequeña; y sobre todo que es un reality de talentos y además es con niños.

“Esa es la cerecita del pastel porque a mí me encanta trabajar con los niños, porque para mí ser mamá es lo que más disfruto, lo que más me gusta y me apasiona, y ser como su mamá artística mientras estamos trabajando es una experiencia increíble, lo hice en la Academia Kids y me enamoré del hecho de poder trabajar con niños, entonces cuando me dijeron que en este habría de inmediato dije que sí”.

Ingrid explica que tenía el temor de no sentirse cómoda en el foro, porque eran ya tres años alejada de la televisión y feliz haciendo su programa de radio “Ingrid y Tamara”, pero en cuanto tomó el micrófono comenzó todo a fluir y era por todos los años de experiencia que tenía conduciendo.

“Dicen que lo que bien se aprende jamás se olvida y yo ya llevaba mucho tiempo no sólo en televisión sino haciendo este tipo de programas y me di cuenta que aprendí a hacerlo bien porque se me sentí cómoda, incluso me atrevo a decir que mejor que antes, porque el radio me ha dado unas destrezas que antes no tenía”. 

Enfrentarse a cosas imprevistas durante el programa, como que una familia decidiera dejar la competencia y dejaran a Patricia Gallo, capitana del equipo sola, o que una concursante de seis años del equipo de Mariana Botas no quisiera seguir o que otro más hablara de una pérdida, es algo que Ingrid asegura, sabe manejar perfectamente.

“Estos cambios que podemos tener a lo largo del programa es lo que lo hace tan rico, porque finalmente la vida así es, está llena de momentos que son disfrutables, a veces no lo son tanto, y me gusta porque este tipo de formatos nos llevan a un viaje con todos estos ingredientes”.
 

Trabajar con Regina Orozco y Mario Bautista como jueces ha sido divertido para la conductora, ya que lo puntual e incisivo de los comentarios de la soprano, contrastan con la buena energía y simpatía de Mario Bautista, que es la primera vez que participa en un programa así.

El que Ingrid esté encabezando “Todos a bailar”, no quiere decir que regresó de lleno a Azteca, porque su contrato sólo está contemplado para este proyecto, dinámica que se adapta perfecto a sus intereses actuales, estar entre semana en radio y los sábados en la televisión.

“Este esquema me funciona porque así el resto del tiempo se lo puedo dedicar a mis hijos (Emiliano, Paolo y Luciano), que necesitan a su mamá cerca y ella quiere estar cerca de ellos”.

Es que desde 1999 que inició su relación con Azteca no había parado de trabajar, aún embarazada o recién de haber dado a luz, porque iba de un programa a otro, a veces con tres programas simultáneos, así que llegó un momento en que se dio cuenta que necesitaba un descanso.

“Necesitaba estar un rato trabajando en mí, prestando atención a lo emocional y redescubriéndome; para mí esos tres años que estuve fuera fueron muy duros en algunas ocasiones, pero también maravillosos en otras, porque descubrí unos talentos que no sabía que tenía, por ejemplo en mayo se publica mi libro, porque descubrí que podía ser escritora”.

Fue así que se aventuró a escribir un libro que va dirigido a las mujeres, donde las llevará a descubrir el poder que tiene el sexo femenino, a través de técnicas y prácticas que a ella le ayudaron, pero también a través de sus historias de vida donde revelará cómo ha salido delante de diversas situaciones, además de consultar a diversos especialistas.

“Es una manera de poner en las manos de las mujeres todo lo que me sirvió a mí para convertirme en la mujer que soy ahora, que estoy convencida es la mejor versión de mí misma, por lo menos es el momento en que yo más me disfruto y disfruto de la vida.

“Por eso considero que hacer estas pausas es sumamente importante, porque es la única manera darnos cuenta de muchas cosas, como valorar detalles que dábamos por sentados; para mí fue una temporada increíble porque siento que ahora estoy regresando a hacer una de las cosas que más me gustan y me apasionan que es conducir, pero ya no soy la misma”.