La monotonía, los hijos, el estrés… son factores que pueden llegar a afectar a las relaciones de pareja en el ámbito sexual. En ocasiones, se pierde el deseo y la tensión sexual desaparece. En estos casos ¿qué se puede hacer? ¿se puede llegar a excitar a alguien que no esté predispuesto a ello? Los expertos en sexología consultados por CuídatePlus creen que, en la gran mayoría de los casos, se puede, atendiendo a una serie de factores y conociendo qué es lo que más excita a cada miembro de la pareja (hombre o mujer).
La excitación “puede intentarse y conseguirse, por el efecto de estímulos externos o por pensamientos propios que activen el deseo”, pero también se puede conseguir con “una estimulación adecuada, en un ambiente propicio, puede provocar excitación en una persona, aunque no tuviese un deseo previo”.
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En relación a las mujeres, es importante saber que “son cíclicas. Hay momentos en los que el deseo surge de forma fácil y otras en las que no”, indica Verónica Blasco, psicóloga-sexóloga del Instituto de Sexología y Psicoterapia Amaltea, en Zaragoza. Por el contrario, “puede que inicialmente no tengamos ganas, pero, si la situación, el contexto o las circunstancias lo favorecen, puede surgir el deseo sexual”.
Lo primero que hay que saber es que en todo el proceso hay diferentes fases. “Deseo, Excitación, Meseta, Orgasmo y Resolución”, indica Murillo. La fase de excitación “es el incremento de la tensión sexual hasta llegar a valores máximos de intensidad y puede conseguirse a través de todos los sentidos. Cómo excitar a una mujer
El primer paso para excitar a una mujer es saber qué es lo que les excita. Por lo general, comenta Murillo, “las mujeres se pueden excitar más fácilmente a través de estímulos auditivos y táctiles”. En base a esto, “a una mujer le excitarán las historias con argumento, con contenido emocional, con detalles que alimenten el juego erótico, que le hagan sentirse la protagonista de su propia fantasía”, indica. Además, “también le excitará recibir un masaje sensual, sentirse acariciada, ser el centro de atención y dedicación de su pareja”.
Si a esto le sumamos otros estímulos, como “olores, sabores y una buena puesta en escena visual, el éxito está garantizado”.
Algunas ideas para excitar a la mujer pueden ser:
Ver alguna película, más o menos erótica, que tenga un buen argumento con sentimientos, con emociones.
Darle un masaje sensual, no de tipo terapéutico con manipulaciones fuertes y profundas, sino acariciando, lo que puede hacerse con las manos, la punta de los dedos, con un pañuelo de seda, una pluma,…, por todo el cuerpo o centrándose en alguna parte concreta (cabeza, hombros, espalda, pies,…). También se pueden usar aceites de masaje.
Prepararle un baño relajante, con agua caliente, para tomarlo sola o en compañía.
Tanto el masaje como el baño, pueden acompañarse con velas aromáticas, música suave, iluminación íntima…
Puedes organizar vuestra propia historia, haciendo juego de roles, con ropa o accesorios apropiados.
Jugar con comidas y bebidas. Saborear a ciegas, utilizar a tu pareja como plato.
Contarle al oído una historia llena de sentimientos, amor, pasión y erotismo.
Jugar a construir esa historia entre los dos.
Empezar con besos suaves y poco a poco, ir subiendo la intensidad.
Fregar los platos. No es que esto sea muy excitante en sí, pero puede ayudar a preparar el ambiente. Compartir tareas puede unir mucho.
Lo importante, según Blasco, “es el poder hacer del juego erótico un momento de distensión, de placer, de juego, no una obligación más ni un ritual con pasos a seguir. Permitámonos el disfrute y el ser traviesos y traviesas, escuchando nuestros propios deseos y combinándolos con los de la pareja”.
Cómo sabemos que una mujer está excitada
En los hombres, la excitación se evidencia físicamente con facilidad. La erección es la clave para saberlo pero ¿qué ocurre con la mujer? “Cuando una mujer está excitada, puede experimentar ciertas reacciones fisiológicas, aunque puede que no sean fácilmente observables”, indica Murillo. En ocasiones, hay que ser muy observador para poder saber si una mujer está o no excitada.
Las reacciones fisiológicas de la excitación en la mujer serían:
Humidificación de la vagina con fluido lubricante.
El glande del clítoris se hincha.
Enrojecimiento de la piel (rubor sexual).
Erección de los pezones.
Ligero aumento del tamaño de los pechos.
Hiperventilación, aumento del ritmo respiratorio.
Aumento de la frecuencia cardiaca.
Aumento de sudoración.
Pero además, añade Murillo, “también pueden observarse cambios en su comportamiento, sus reacciones, sus comentarios”. Todo esto podrá indicarnos si se siente bien o, por el contrario, está incómoda.