El telescopio Hubble de la NASA captó nuevas y espectaculares imágenes de Júpiter, Saturno y Urano.
La aguda vista del telescopio Hubble de la NASA nos ofrece un acercamiento a los nudos de nubes color caramelo y tormentas visibles en la faz de Júpiter, el planeta más grande del sistema solar.
Cada año, el telescopio Hubble emprende una “gran gira” visual por Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
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NASA designa a este programa Outer Planets Atmospheres Legacy, cuyo propósito es darles una especie de reporte del clima cósmico a los científicos planetarios y astrónomos.
El 18 de noviembre, la NASA dio a conocer las fotografías correspondientes a la gran gira de este año. La galería de retratos de los planetas, con sus activas franjas, anillos etéreos, tormentas gigantes y vientos embravecidos.
La NASA sigue sus investigaciones
La agencia espacial espera que los resultados ayuden a los científicos a comprender la dinámica de los planetas gigantes gaseosos, tanto en nuestro propio sistema solar como en otras estrellas, y les ayuden a comprender un poco mejor cómo funciona la atmósfera de la Tierra.
La característica más destacada de la cubierta de nubes de Júpiter es la Gran Mancha Roja, un anticiclón más grande que la Tierra que no ha dejado de rotar desde hace más de 150 años, a velocidades que rondan los 640 kilómetros por hora.
Las nuevas observaciones muestran que los vientos del centro de la tormenta siguen perdiendo velocidad, mientras que los que se encuentran en el borde exterior están acelerando.
La mancha ha cambiado de forma, de óvalo a círculo, además de que aparecieron tormentas nuevas al sur.
Saturno tiene un misterioso huracán
En el hemisferio norte de Saturno, era el principio del otoño cuando el telescopio Hubble hizo su observación de este año del planeta anillado.
Un huracán misterioso de seis lados reapareció alrededor del polo norte del planeta.
La sonda espacial Voyager detectó por primera vez esta tormenta, de tamaño suficiente para engullir cuatro planetas como el nuestro, a principios de los años ochenta.
El año pasado casi no se podía observar, pero este año ha reaparecido.