El presidente ruso, Vladimir Putin, destituyó este jueves al director de la amplia red penitenciaria rusa, algunas semanas después de un escándalo provocado por la difusión de videos mostrando escenas de violaciones y torturas en una cárcel.
Alexander Kalashnikov, director desde 2019 del FSIN (servicios penitenciarios rusos), fue cesado en su cargo y reemplazado por el viceministro del Interior, Arkadi Gostev, exoficial de Policía, según un decreto presidencial colgado en la web del Kremlin.
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Kalashnikov está sancionado por la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Canadá desde 2021 por su presunto rol en el envenenamiento y encarcelamiento del opositor al Kremlin Alexéi Navalni.
Este reemplazo tiene lugar en medio de un escándalo de torturas en la prisión de Saratov (centro de Rusia), que ya había causado el cese de 18 empleados y cinco funcionarios del FSIN local.
A comienzos de octubre, la oenegé consagrada a la situación de los presos en Rusia, Gulagu.net, publicó videos de malos tratos suministrados por un denunciante, un exdetenido bielorruso que durante su paso por prisión accedió a estas filmaciones aparentando realizar mantenimiento de computadoras, quien desde entonces solicitó asilo en Francia.
Las imágenes muestran violaciones y torturas sistemáticas infligidas a los presos. Se han abierto varias investigaciones tras estas revelaciones.
En un principio, las autoridades rusas inculparon y emitieron una orden de arresto contra el denunciante, Serguéi Savalev, quien se fugó de Rusia hacia Francia.
El sistema penitenciario ruso con mucha frecuencia es acusado por escándalos de torturas, puesto que guardias u otros detenidos, bajo sus órdenes, las perpetran de una manera casi institucionalizada, sobre todo para obtener confesiones.