Julio César ‘El Rey’ Martínez y McWilliams Arroyo prometieron guerra para jugarse el Mundial WBC del mosca en New Hampshire. Cumplieron con su palabra, pero el espectáculo se quedó a medias y con todo apuntando a una revancha. Todos, incluido ellos, la querrán. El combate comenzó trepidante. El campeón se fue al suelo en el primer round al no subir su derecha y encontrarse el crochet. Antes de que terminase el round, el mexicano cazó al boricua. McWilliams vio como la campana le salvó.
En el segundo asalto la dinámica era la misma. Martínez iba con todo y Arroyo contemporizaba. Un cabezazo fortuito del mexicano abrió al de Puerto Rico. Segundos después, con un crochetazo, el ‘Rey’ envió a la lona de nuevo a Arroyo. En ese momento comenzó a manar sangre de su ceja. Tenía dos cortes que tenían mala pinta y el púgil fue claro: “No veo. Llama al médico”, le dijo McWilliams a su esquina. El galeno subió y el boxeador no quería seguir. Sabía que quizá podría aguantar un poco, pero eran profundos y con ese debe podría acabar mal. El pleito se paró ahí y faltaba la palabra del árbitro. Es cierto que el cabezazo cortó a Arroyo, pero la sangre brotó de gran manera con la mano… El referí no dudó: todo fue por la acción con la cabeza y al no haberse llegado al cuarto round todo se paró. .sin resultado. ‘No Contest’ que dejó sinsabor a ambos.
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En el duelo estelar de esa velada que organizó Matchroom sirvió para que Demetrius Andrade hiciese un trabajo mayor con el micrófono que con los puños. El campeón mundial WBO del medio sumó una nueva defensa al acabar con Jason Quigley en dos rounds. Tras un carrusel de golpes el irlandés se fue al suelo. Se recuperó, pero en el segundo asalto el castigo iba en aumento y el árbitro paró, con buen criterio la pelea.
El aspirante apenas lanzó golpes, estaba acongojado… y salud corría peligro. Quería lucir ‘Boo Boo’ y lo hizo, a medias, porque la oposición fue nula.
Tras el pleito, el boxeador y Eddie Hearn volvieron a decir que quieren grandes peleas. Esta vez nombraron con claridad a un hombre: Jaime Munguía. La pelea está en el tejado del mexicano. En los otros dos títulos mundiales de la noche, Murodjon Akhmadaliev retuvo los cinturones WBA e IBF del supergallo al derrotar por decisión unánime (triple 119-109) a José Velásquez y Kali Reis unificó las coronas WBA y WBO del superligero al imponerse, por decisión dividida (97-93, 94-95 y 97-93) a Jessica Cámara.