El presidente Emmanuel Macron recibió este miércoles al exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en una reunión en el palacio del Elíseo, un raro honor que señala el apoyo a un rival del mandatario de extrema derecha de Brasil con quien el líder francés ha intercambiado críticas.
Se espera que Lula, un exlíder sindical que gobernó Brasil de 2003 a 2010, desafíe a Jair Bolsonaro, aunque ninguno ha declarado oficialmente su candidatura.
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En un comunicado oficial después de la reunión en el palacio presidencial francés, la oficina de Macron dijo que Lula había “compartido su visión del papel de Brasil en el mundo, y señaló cómo, en los últimos tres años, Brasil se ha apartado del sistema multilateral y de importantes acuerdos internacionales“.
La declaración apareció como una arremetida apenas velada sobre Bolsonaro, con quien Macron ha estado en el lado opuesto de muchos argumentos, incluida la aplicación del acuerdo climático de París y las negociaciones comerciales UE-Mercosur.
Relación ríspida
El mes pasado en Roma, videos de los eventos del G20 mostraron a Bolsonaro como una figura aislada, que no formaba parte de la foto tomada en la Fontana de Trevi con otros líderes mundiales.
Desde que asumió el cargo, Bolsonaro ha criticado la aplicación de las regulaciones ambientales en Brasil, anunció intenciones de desarrollar la región amazónica, cuestionó la gravedad del coronavirus y la efectividad de los confinamientos, sembró dudas sobre las vacunas e impulsó curas no probadas.
En 2019, Bolsonaro se burló de la esposa de Macron y lo acusó de faltar al respeto a la soberanía de Brasil debido a las críticas del líder francés a la deforestación. Macron calificó a Bolsonaro de mentiroso y agregó que las mujeres brasileñas “probablemente se avergüenzan” de él.
ido a las críticas del líder francés a la deforestación. Macron calificó a Bolsonaro de mentiroso y agregó que las mujeres brasileñas “probablemente se avergüenzan” de él.
Lula tiene una ventaja de dos dígitos en las encuestas de opinión sobre Bolsonaro, cuya popularidad se ha desplomado por su manejo del segundo brote de COVID-19 más mortífero del mundo,