Según estudios, las mayores subidas de actividad cerebral de los sueños lúcidos se producen durante la fase REM
Los multimillonarios ya están volando al espacio y la computación cuántica está a la vuelta de la esquina. Y a pesar de ello, uno de los aspectos más familiares de la naturaleza humana continúa siendo una frustración para el estudio científico: los sueños.
Hay muchas teorías, pero la verdad es que realmente no sabemos mucho sobre los motivos y la forma en que soñamos.
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Un obstáculo importante para los científicos ha sido el hecho de que cuando las personas sueñan, en gran medida están aisladas del mundo. Al menos esa ha sido la suposición durante mucho tiempo.
Así que investigadores recurrieron a preguntar a las personas, al despertar, qué estaba haciendo su mente mientras dormían, pero es un enfoque incompleto y poco fiable. “Las memorias sobre los sueños pueden ser incompletas, distorsionadas e incorrectas. Así que si eso es todo lo que tenemos, construir una ciencia sólida sobre los sueños será difícil”, dice el doctor Ken Paller, psicólogo e investigador de la Universidad Northwestern, en Illinois, Estados Unidos.
Lo que cambiaría todo el panorama de la investigación de los sueños sería si hubiese alguna forma de comunicarse e interactuar con alguien mientras duerme.
Suena algo difícil de alcanzar, como Inception (“Origen”), la película de Christopher Nolan. Sin embargo, eso es exactamente lo que un equipo internacional de investigadores, liderados por Paller y Karen Konkoly de la Universidad Northwestern, se las ingenió para conseguir.
Este importante descubrimiento fue publicado en la revista Current Biology en abril de 2021, y “abre las oportunidades de la exploración científica de los sueños de forma considerable”, explica Paller.
“Ahora tenemos más formas de aprender sobre los sueños”. Suyo es uno de varios proyectos nuevos que han comenzado a explorar las oportunidades de investigación que ofrece el “sueño lúcido”, un estado relativamente raro en el que el soñador, durante la fase de movimientos oculares rápidos (REM), es consciente de que está soñando.
Esta es una nueva frontera de investigación, pero los sueños lúcidos se conocen desde hace miles de años.
Esta ola de nuevos trabajos sobre sueños lúcidos no solo abre oportunidades emocionantes para investigar la naturaleza y función de los sueños, sino que también plantea interesantes posibilidades prácticas para las intervenciones clínicas y el autodesarrollo, incluido el impulso del aprendizaje y la creatividad.
¿Qué son los sueños lúcidos?
Si alguna vez has sido consciente de que estabas soñando, es muy probable que hayas vivido un estado de sueño lúcido. Se estima que aproximadamente la mitad de nosotros cae en esta categoría, con alrededor del 20% de nosotros experimentando el fenómeno mensualmente y el 1% teniendo varias experiencias de este tipo cada semana.
A veces, las personas en estado de lucidez pueden incluso comenzar a elegir deliberadamente lo que sucede en su sueño, como si fueran el director de su propia película.
Este grado de control consciente es importante para los científicos, porque plantea la posibilidad de que el soñador pueda elegir comunicarse con el mundo exterior. En cuanto a lo que sucede en el cerebro durante los sueños lúcidos, la investigación se encuentra en una etapa relativamente temprana.
Varios estudios midieron las ondas cerebrales de las personas a través de un electroencefalograma durante los sueños lúcidos, pero solo se han capturado en un escáner cerebral moderno de alta resolución un puñado de veces.
“En resumen, todavía no sabemos qué cambios localizados en la actividad cerebral están asociados con los sueños lúcidos”, dice Benjamin Baird, doctor del Instituto de Wisconsin para el Sueño y la Conciencia de la Universidad de Wisconsin-Madison, que ha estudiado los correlatos neurales de los sueños lúcidos. “Hay algunos datos preliminares de neuroimagen que sugieren un papel de la red frontoparietal (una red de regiones conectadas que abarcan la parte frontal y posterior del cerebro que participan en la atención y la resolución de problemas)”, agrega, aunque señala que se necesita más investigación para confirmarlo.
Algo que parece claro, según Baird, es que los sueños lúcidos parecen ocurrir en los períodos de activación cerebral más intensa durante la fase REM.
“Nos volvemos lúcidos en las subidas de la activación cerebral durante la fase REM, cuando estamos en el estado mental de tratar de reconocer que estamos soñando, o algunas veces por casualidad si algo nos impulsa a considerar si estamos soñando”, señala Baird.
Comunicándose con soñadores lúcidos
Si nunca has tenido un sueño lúcido, puede que te preguntes qué se siente. Dave Green, un comediante británico, está muy familiarizado con el tema y empezó a tener sueños lúcidos desde niño.
“Tener un sueño lúcido es como estar encarnado en tu imaginación”, dice.
“Estás navegando por un entorno creado por completo por tu mente, pero parece y se siente como si estuvieras despierto”. Incapaz de trabajar como comediante durante la pandemia, Green redescubrió los sueños lúcidos y comenzó a usar la experiencia para evocar obras de arte que luego crea al despertar.
“Además de crear obras de arte, lo que más me gusta hacer en un sueño lúcido es volar”, expone. Para su revolucionario estudio sobre los sueños lúcidos, Konkoly y Paller, junto a colegas de otros laboratorios en Francia, Alemania y Países Bajos, explotaron la conciencia residual que disfrutan los soñadores lúcidos.
Para ello reclutaron a varios soñadores lúcidos experimentados, así como a algunos novatos, a quienes entrenaron para experimentar sueños lúcidos. Después utilizaron un procedimiento desarrollado por la también científica de los sueños, la doctora Michelle Carr y sus colegas.
En este, pitidos y luces parpadeantes se combinan repetidamente durante la vigilia con una instrucción para volverse lúcido. Es decir, ser consciente de los pensamientos y sensaciones y poder considerar si se trata de un sueño o no.
El equipo de Konkoly y Paller luego usaron estos mismos sonidos o luces mientras sus participantes dormían (como lo confirma objetivamente una medida de sus ondas cerebrales) para inducirlos a volverse lúcidos mientras soñaban.
Si los participantes del estudio entraban en un estado de sueño lúcido, estaban entrenados para indicarlo haciendo movimientos horizontales amplios con los ojos. En este punto, los investigadores habían utilizado los movimientos oculares de los soñadores para establecer la comunicación desde sus sueños hacia el mundo exterior.
Es algo que se ha hecho con frecuencia en el pasado, en particular por el psicofisiólogo estadounidense Stephen LaBerge a principios de la década de 1980, como una forma de verificar objetivamente el fenómeno del sueño lúcido; es decir, que los soñadores lúcidos realmente son conscientes y pueden responder.