El sexo con la pareja puede llevar a la monotonía o puede ser insatisfactorio cuando al principio de la relación no se ha sido honesto con el otro por miedo o vergüenza.
“Es habitual que las parejas tengan una buena comunicación en distintos ámbitos y que, en cambio, haya problemas de comunicación cuando se trata de cuestiones sexuales”, explica a CuídatePlus Carme Sánchez, responsable de Psicología Clínica y Sexología del Instituto de Urología Serrate & Ribal en Barcelona.
“En la comunicación sexual tienen importancia los distintos canales sensoriales: la voz, el olfato, el oído, la vista, el tacto o el gusto, todo lo que incluye la comunicación no verbal”, detalla Sánchez.
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Para González es clave utilizar un lenguaje que no incurra en la acusación del otro como culpable de la insatisfacción sexual y evitar frases del estilo como tú eres X…yo no estoy satisfecho/a.
“Siempre es mucho mejor referirnos a la situación, cuando ocurre esto… yo me siento… y me gustaría cambiarlo. Y a continuación hacer una pregunta que implique el futuro de la relación: ¿qué podemos hacer?”, aconseja esta sexóloga.
A su juicio, la sexualidad es de cada uno y las relaciones de pareja requieren a dos. “Por tanto, siempre somos responsables de nuestra sexualidad, aunque en determinadas prácticas necesitemos a nuestra pareja”, añade.
En este punto, Sánchez apuesta por utilizar un lenguaje en positivo usando frases como “me gustaría hacer esto o me encantaría probar esto otro”, en vez de no me gusta cómo me lo haces.
“Puede ser útil iniciar la conversación aludiendo a algún reportaje o noticia leída en una revista”, comenta. Por otra parte, esta especialista psicóloga y sexóloga desaconseja las críticas y las comparaciones con otras parejas sexuales ya sean pasadas o presentes si se trata de una relación abierta.
Y, ¿cómo plantear ahora nuestra insatisfacción sexual sino se hizo al principio de la relación? “La pareja evoluciona al igual que lo hacemos nosotros y cualquier momento es bueno para mejorar y/o cambiar”, responde González y prosigue: “También es normal que al principio exista vergüenza o poca confianza ya que ambos tratarán de cumplir lo mejor posible con el papel que nuestra sociedad o cultura asigna a cada sexo y, como es sabido, hablar en libertad y en confianza de nuestros gustos sexuales es casi tabú”.
Por otra parte, ante las nuevas propuestas sexuales o cambios en el sexo que se planteen a la pareja hay que ser compresivos con los gustos del otro.
“También puede ser que tengamos una preferencia que a la otra persona no le apetezca y eso siempre hay que respetarlo”, concluye Sánchez.