Fue capaz de superar en el Masters 1.000 de París.
Sin hacer su mejor tenis y pese a tener un mal día en la oficina, Carlos Alcaraz fue capaz de superar en el Masters 1.000 de París al francés Pierre-Hugues Herbert, uno de los mejores doblistas del mundo, que se lo puso muy difícil gracias a las principales virtudes que atesora, el saque y la volea.
Aun así, el murciano de 18 años remontó (6-7 (4), 7-6 (2) y 7-5 en 2h:53) y eso dice mucho del nivel al que está ahora, que le permite resolver partidos trabados como este jugando regular.
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Tendrá que hacerlo mucho mejor si quiere vencer el miércoles (no antes de las 17:00, #Vamos o Movistar Deportes) al italiano Jannik Sinner, que hizo los deberes y no se perdió el encuentro de su próximo rival. Será un duelo NextGen inédito, que podría repetirse la semana que viene en Milán, en el Masters sub-21.
“Lo más difícil ha sido mantenerme concentrado ante un jugador de casa”, dijo el chaval, que se presentaba por primera vez en el torneo después de haber sido semifinalista en Viena, en su primera competición indoor. “Está siendo un gran año para mí y me siento cómodo jugando aquí”, añadió.
No fue nada fácil el partido para Alcaraz, que quizá esperaba menos resistencia por parte de Herbert, un ganador de Grand Slams por parejas pero con carencias evidentes para competir de manera individual (es el 99º del mundo), como la falta de un golpe definitivo.
De hecho, el español le superó claramente en winners (40-19). Por el contrario el francés, jaleado por el público parisino, se manejó con mucha seguridad, con sólo 16 errores no forzados. Por ahí se le complicó la cosa a Charly, que disparó sus fallos hasta los 42.
