Con un aforo restringido hasta el 30 por ciento, panteones de los 84 municipios del estado de Hidalgo reabrieron sus puertas.
Con un aforo restringido hasta el 30 por ciento, panteones de los 84 municipios del estado de Hidalgo reabrieron sus puertas para permitir las celebraciones de Día de Muertos.
Además los visitantes tienen la restricción de permanecer sólo por 40 minutos en el lugar, no consumir alimentos, ni bebidas embriagantes, además del uso del cubrebocas.
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En Pachuca, este primer día de las celebraciones fue poco concurrido el cementerio; para ingresar hay un filtro con gel antibacterial y para medir la temperatura.
En el lugar fue evidente la ausencia de tríos musicales que anualmente, a petición de los familiares, interpretaban las melodías que en vida gustaban a los finados.
En su lugar, los visitantes utilizaron sus autoestéreos o llevaron pequeñas bocinas portátiles con las que reprodujeron temas como “Amor eterno”, “Un puño de tierra”, hasta los sones del tradicional Xantolo de la huasteca, en la creencia de traer a esta vida el espíritu de los difuntos.
La reapertura del camposanto fue aprovechada por algunos para llevar flores a la tumba de la primera persona en ser enterrada en el camposanto: la niña Tomasa Cruz, nacida el 9 de diciembre de 1900 y fallecida el 1 de enero de 1901.
En la región huasteca, los festejos del tradicional Xantolo se restringieron aún más tras detectarse un brote de Influenza Ah1N1 en la región.
