La exposición en el Antiguo Palacio del Arzobispado presenta 31 obras del artista que pertenecen a la colección Pago en Especie.
Una mirada al universo místico tropical del artista Rafael Coronel (1931-2019) se revela en la exposición Rafael Coronel. La melancolía del Ser, que abre a partir de hoy en el Antiguo Palacio del Arzobispado, ubicado en el Centro Histórico.
La apertura de la muestra, conformada por 31 obras de la colección Pago en Especie de las cuales 26 son obras caballete y cinco esculturas, marca el reinicio de actividades del museo, detalló Alicia Muñoz Cota, cocuradora de la muestra que permanecerá expuesta desde el pasado viernes y hasta el 27 de febrero de 2022.
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La exposición, que rinde un homenaje póstumo al artista zacatecano en el marco de su 90 natalicio, se divide en cuatro núcleos temáticos.
El primero es Naturaleza y abstracción, integrado por la serie Biombos tropicales, que es uno de los temas menos conocidos del artista, compuesta por grandes telas con palmeras y follajes.
Esta serie pone un acento especial a la muestra, dado que visualmente representa una serie poco conocida del artista, conformada por una serie de biombos que expuso en 1989 en la Galería Misrachi de la CDMX”, explicó, “que refleja el lado más abstracto del maestro, incluso con una paleta de color distinta, con la que plasma esas abstracciones y follajes”.
El segundo núcleo es Personajes revelados, que incluye una serie de retratos de seres extraídos de la realidad, vistos en algún callejón o poblado. “Son retratos que, más allá de mostrar a seres humanos de carne y hueso, reflejan conceptos universales como la melancolía, el dolor, la tristeza y el abandono”, abundó.
Le sigue Magia en bronce, con las esculturas de personajes oscuros, misteriosos y mágicos, vestidos con mantos, sombreros, máscaras y bastones que recuerdan tiempos medievales.
Y cierra con Puesta en escena que pone el acento en las atmósferas oscuras que contrastan con fondos lisos de color intenso, lo que los dota de un singular dramatismo teatral y permite crear escenas cargadas de expresividad y fuerza, explicó la curadora.
Destacan piezas como Los dos hermanos o nocturno de Jerez, Personaje 2000, El que no paga impuestos, La lavandera, Garrochero II, El teporocho I, El moro y el cristiano, Maniquí de zacatecas, Chaplin y Biombo tropical No. 8, entre otras.