Luego de las balaceras que desataron el caos y el terror en Matamoros, Tamaulipas, se ha reportado la muerte de un viejo cabecilla del Cártel del Golfo conocido como Ariel Treviño Peña, alias el Tigre, Tiger y/o Junior, quien habría perecido en el enfrentamiento.
De acuerdo con reportes extra oficiales, el Tigre fue abatido con dos de sus guardaespaldas, tras la agresión a personal de Seguridad registrada en la zona centro del municipio fronterizo durante la noche de este 22 de octubre, cuyas persecuciones por la ciudad generaron hasta una decena de narcobloqueos en diversos puntos, incluidas aquellas obstrucciones con vehículos incendiados.
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La Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas también ha identificado al líder delictivo con los nombres de Javier Enrique Hernández Gutiérrez, Francisco Hernández Martínez y/o Ariel Treviño Zapata.
Una fotografía, del que sería su rostro ensangrentado, circuló tras las agresiones en Matamoros. En la imagen se observa al sujeto tendido sobre el piso con los ojos cerrados, así como rastros hemáticos en la barba de candado, entre los labios, nariz, el cuello y la mejilla derecha, además del cabello y otras manchas en la camisa.
El Tigre fue ubicado como objetivo prioritario de las autoridades tamaulipecas como de Estados Unidos. La Fiscalía de Tamaulipas ofreció hasta dos millones de pesos de recompensa a quien o quienes proporcionaran datos del paradero de este sujeto que fue detenido junto con sus operadores el 4 de septiembre de 2009, tras un fuerte enfrentamiento con militares, pero que al paso de los años quedó en libertad.
Así como otros capos en el estado, la cabeza del Tigre tenía precio bajo el acuerdo PGJE/202018. Presuntamente se desempeñaba en la actualidad como jefe de halcones para el Cártel del Golfo en Matamoros. También se le atribuye haber coordinado emboscadas contra militares y amenazas a un mando castrense. La imagen compartida en redes y aquella en su ficha de búsqueda son muy similares en los rasgos físicos.
Una demanda civil ya había notificado en febrero de este año que el domicilio de Ariel Treviño Peña era desconocido. Así lo reportó la jueza Ana verónica Reyes Díaz, adscrita al Décimo Tercer Distrito Judicial de Tamaulipas, a través de un edicto. Lo anterior, debido a que se discutía la custodia de una menor y Laura Emilia Treviño Rosales desconocía la dirección del demandado.
Pero los supuestos criminales no serían las únicas víctimas mortales, pues también se ha informado de una mujer que, supuestamente, murió víctima de una bala perdida en el fuego cruzado de agentes del Ejército y la Policía de Tamaulipas contra operadores del Cártel de Golfo. Versiones preliminares señalaron que la persona fallecida era originaria de Ciudad Victoria y se encontraba en la ciudad por cuestiones laborales.
Será por la mañana de este sábado 23 de octubre cuando se tenga el recuento oficial, pero de momento han trascendido alrededor de siete heridos, tres de ellos serían elementos de Seguridad. También habría detenidos, armas aseguradas, así como equipo táctico decomisado.
El terror volvió una vez más a Matamoros, donde el domingo 17 de octubre pasado fueron abatidos cuatro presuntos sicarios del Cártel del Golfo, también, tras una balacera contra elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional. En aquella ocasión el tiroteo se desató desde las 07:15 horas, cuatro hombres más fueron arrestados y se decomisaron nueve armas largas.
Según los registros, el Tigre que habría caído la noche reciente era un mando relevante en la organización criminal. La vez que lo detuvieron, hace más de una década, se encontraba con sus subordinados: Carlos Gerardo Rubio Ramírez o Carlos Gerardo Rubio Ramos; Erik Torres Ibarra o Erick Torres Ibarra o Eric Torres Ibarra, y Humberto Arévalo Covarrubias.
Al jefe de plaza lo enviaron al penal de máxima seguridad, Centro Federal de Readaptación Social No. 1 Almoloya, el Altiplano, en el Estado de México. Y desde el 6 de julio de 2018 fue fichado por la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas. Volvió a las calles, siguió con el Cártel del Golfo y este 22 de octubre habría llegado a su fin.
En 2009, sicarios se enfrentaron al Ejército para tratar de rescatar al Tigre, incluso se accionó un lanzacohetes antitanque contra los soldados, quienes repelieron la agresión y aseguraron al supuesto criminal. Doce años después de aquellos enfrentamientos, el capo se topó de nueva cuenta con fuerzas militares pero esta vez, ya no sobrevivió, según los informes preliminares.
Uno de los principales choques, durante la noche de este viernes en Matamoros, fue contra una camioneta Suburban gris, supuestamente blindada, que se observa en videos cómo es atacada a balazos. Después del tiroteo se difundieron imágenes con impactos en toda la carrocería y, al lado del vehículo, hasta cuatro sujetos heridos, así como uno más con un chaleco con las siglas del Cártel del Golfo.
El Consulado General de los Estados Unidos en Matamoros informó que los eventos de violencia comenzaron alrededor de las 21:00 horas y mandaron un mensaje de emergencia a sus ciudadanos porque el choque se reportaba en las colonias y/o barrios de Buena Vista, San Francisco, Valle Alto, y en las cercanías de Ave del Niño y Avenida Pedro Cárdenas. Las autoridades norteamericanas informaron de un enfrentamiento entre fuerzas de seguridad y sujetos del cártel.
“El personal del Consulado General de los Estados Unidos en Matamoros ha recibido instrucciones de refugiarse en el lugar hasta nuevo aviso”, comunicó la institución. Además informó de los bloqueos y se debía evitar multitudes como resguardarse por posibles tiroteos adicionales.
Gente corriendo, otras resguardas a la distancia de ráfagas intensas, gritando y sentadas en el piso, los habitantes de Matamoros pasaron momentos de terror, esperando que los balazos fueran disminuyendo. Algunos se detuvieron en las vialidades, ya sea por los bloqueos o porque entonces se desarrollaban los ataques a la distancia. Incluso se informó de una balacera en el centro comercial. Por la madrugada sobrevoló al menos un helicóptero.
La ciudad ardió una vez a causa de la narcoguerra. En redes circularon supuestos audios que habrían sido interceptados vía radiofrecuencia y en que se pedía a los soldados parar con la embestida. Supuestamente, los sicarios del Cártel del Golfo imploraron acabar con el tiroteo.