Dado que muchos trabajadores han estado alejados de la oficina durante casi dos años, fuera de la línea de visión de sus gerentes, un número creciente de personas está asumiendo silenciosamente un segundo empleo de tiempo completo.
El trabajo desde el hogar ha permitido a algunas personas tener en secreto dos trabajos remotos a la vez, por lo que algunas de ellas están depositando en sus cuentas cientos de miles de dólares adicionales por año.
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Un segundo trabajo puede convertirse en una red de seguridad que provee de ingresos y experiencia adicionales: herramientas útiles en una era de despidos masivos, incertidumbre económica y un bienestar laboral que ha venido perdiendo prioridad en la agenda de las empresas.
Sin embargo, asumir un trabajo adicional a tiempo completo es una decisión audaz que requiere sigilo y apetito por el riesgo.
Algunos trabajadores que están dando el salto al “sobreempleo” lo hacen para recuperar una sensación de control o para tomar ventaja de un sistema que creen que los ha explotado durante demasiado tiempo.
Ganándole al sistema
No es raro oír hablar de trabajadores que realizan actividades secundarias mientras trabajan en empleos de tiempo completo: vender joyas en Etsy, conducir un Uber fuera del horario de oficina o ensamblar muebles los fines de semana con TaskRabbit.
¿Una computadora para cada trabajo?
Pero el “sobreempleo” es diferente: un empleado podría tener trabajos simultáneos, separados, a tiempo completo, realizados en diferentes computadoras.
El sobreempleo no es un fenómeno completamente nuevo. Ha sido un “secreto a voces” en la industria de la tecnología durante años, dice un trabajador sobreempleado de unos 30 años en el área de la Bahía de San Francisco (EU) que se hace llamar “Isaac” en la comunidad de sobreempleo.
Ha tenido dos trabajos durante años y dice que gana más de US$600.000 al año haciéndolo.
En abril de 2021, Isaac lanzó Overemployed, un sitio web con artículos sobre cómo hacer para mantener varios trabajos remotos. (¿La regla número uno? No hables sobre mantener varios trabajos remotos).
Dice que durante los últimos 20 años, algunos trabajadores han explotado oportunidades existentes en la industria de la tecnología que eran amigables al trabajo remoto mucho antes de la pandemia. Pero ahora, a medida que más trabajadores en todos los campos de todo el mundo han tenido la oportunidad de trabajar desde casa, la evidencia anecdótica sugiere que más personas están explorando el estilo de vida del sobreempleo.
Isaac dice que los usuarios de su sitio viven en todo el mundo y abarcan toda la gama de edades, desde los mayores de 60 años hasta jóvenes de 20 que recién comienzan (que incluso pueden “hacer una doble pasantía” y realizar dos pasantías remotas).
Pero dice que la mayoría de ellos tienden a estar en el rango de edad de 35 a 40, que “ya tienen mucha experiencia y están un poco cansados del mundo empresarial”.
En general, tanto antes de la pandemia como durante ella, Isaac dice que es raro escuchar que alguien haya sido descubierto. Usualmente, se trata de un individuo que se descuida al mantener los dos trabajos separados, aunque también ha oído hablar de un caso en el que el software espía atrapó a un programador que ejecutaba un script que se suponía que no debía realizar en la computadora de su trabajo principal: esa persona fue despedida.
Isaac sostiene que el sobreempleo no significa necesariamente trabajar días extra largos: los trabajadores pueden dedicar 30 horas a la semana a su trabajo principal, por ejemplo, y luego destinar a su segundo trabajo el tiempo que de otro modo se habría ocupado con reuniones no obligatorias en su primer empleo.
Por supuesto, el sobreempleo es legalmente complicado: su viabilidad depende del tipo de contrato que firmó un trabajador cuando fue contratado en su trabajo principal y si está incumpliendo algún acuerdo de no competencia. Y, como era de esperar, es extremadamente controvertido o, incluso, es visto como poco ético.
Dejando a un lado las obligaciones contractuales, los trabajadores básicamente mienten (por omisión o de otro modo) a su empleador “principal”.
Los medios de comunicación han calificado este tipo de “bigamia empresarial” como deshonesta e incorrecta cuando los lectores han escrito pidiendo consejo sobre si deberían denunciar a sus colegas sobreempleados en el trabajo.
Pero para aquellos que pueden hacer que el arreglo funcione, tanto legal como logísticamente, Isaac sostiene que los trabajadores sobreempleados tienen mucho que ganar.
“Ajuste de cuentas”
Como era de esperarse, Isaac dice que una de las razones por las que los trabajadores toman un segundo empleo secreto a tiempo completo es diversificar las fuentes de flujo de efectivo y ganar dinero de manera más eficiente. Pero él cree que el dinero no es el factor principal.
Catherine Chandler-Crichlow, directora ejecutiva de gestión profesional en Ivey Business School de la Western University en Ontario (Canadá), está de acuerdo y dice que ver a los trabajadores sobreempleados solamente como personas que están “tratando subrepticiamente de ganar más dinero” no es necesariamente correcto.
“Como nos hemos visto obligados a trabajar desde casa, la gente probablemente ha comenzado a pensar ‘¿dónde se pueden optimizar realmente mis habilidades?’, ¿cuáles son algunas de las cosas que realmente me apasionan y cómo puedo usar mis habilidades de forma diferente?'”, dice ella.
Chandler-Crichlow, que se especializa en estudiar el capital humano -las habilidades, la experiencia y el conocimiento que los trabajadores aportan a sus trabajos-, dice que este concepto es especialmente relevante para la discusión sobre el sobreempleo.
Por ejemplo, puede haber alguien que tenga un trabajo principal como analista financiero, pero también disfrute de algo más, como codificar o escribir.
La actual situación generalizada del trabajo a distancia le permite a ese analista encontrar un trabajo codificando o escribiendo, y poner en práctica esas habilidades.
“Ahora me convierto en el dueño de lo que me gustaría hacer y de dónde me gustaría pasar mi tiempo”, dice Chandler-Crichlow.
Ella afirma que para los trabajadores de los grupos socioeconómicos más bajos, tener varios trabajos es un medio de supervivencia. Pero lo que es diferente aquí es que “los profesionales que podrían describirse como altamente capacitados están tomando más control sobre sus carreras”.
Erin Hatton, profesora asociada de Sociología que estudia el trabajo y el empleo en la Universidad de Buffalo, en Nueva York (EE.UU.), está de acuerdo.
“Quizás [los trabajadores] están probando cosas nuevas. Creo que este es un momento para evaluar el mundo del trabajo y pensar en el papel que juega el trabajo en nuestras vidas “, dice.
El sobreempleo puede “liberar a las personas para que tal vez prueben otros trabajos, quizá para asumir un empleo extra que puede no pagar bien, pero puede ser más significativo para ellos”.
Entonces, no es una coincidencia que más personas estén probando esto en los últimos meses. “Creo que la pandemia puede haber empujado a la gente a pensar más profundamente en qué es lo que están haciendo con sus vidas y a decidir que probablemente podrían hacer más con sus vidas”, dice Chandler-Crichlow.
La experta afirma que al buscar el sobreempleo, parece que más trabajadores se están diciendo a sí mismos: “Sí, realmente quiero utilizar las habilidades y capacidades que tengo. Y si alguien quiere pagarme, lo haré”.
Despotricando contra los empleadores
El hecho de que las personas estén recurriendo al sobreempleo también indica importantes problemas sistémicos en el lugar de trabajo.
Durante mucho tiempo, muchos trabajadores han sentido que sus trabajos son insatisfactorios o sin sentido, lo que lleva a problemas como el agotamiento y el aburrimiento, y que están constantemente persiguiendo el éxito dentro de un sistema que otorga a los gerentes una cantidad desproporcionada de poder dentro de la relación laboral.
Esa puede ser una de las razones por las que el sobreempleo se ha vuelto más popular, dicen los expertos.
Entonces, si los gerentes no se dan cuenta de que los trabajadores están haciendo esto, ¿son malos gerentes?
“Mi sensación es que simplemente no tienen sistemas para vigilar a los trabajadores de esta manera“, dice Hatton.
“Para muchos trabajadores con salarios más bajos, tanto remotos como no remotos, existe mucha vigilancia que efectivamente impide este tipo de duplicidad laboral. Piense en los trabajadores de los centros de atención telefónica que trabajan de forma remota, y la tecnología controla la cantidad de llamadas que reciben”, dice Chandler-Crichow.
“Pero para los trabajadores que [están] típicamente en el lugar de trabajo y no están ya sometidos a una vigilancia punitiva de esta manera, simplemente no cuentan con un sistema para monitorear y hacer cumplir esto”.
“La forma en que los empleadores responden a esto también podría variar en un espectro de falta de apoyo en un extremo” hasta las empresas que de alguna manera dan su bendición, “siempre que no afecte sus responsabilidades en sus organizaciones”, agrega.
Desde la perspectiva de Isaac como trabajador sobreempleado y, según la actividad en su sitio web, una de las razones por las que las personas aceptan segundos trabajos secretos es porque se sienten desilusionadas con las realidades de la vida empresarial.
Algunos trabajadores creen que el sobreempleo secreto les ayuda a liberarse de los empleadores que no les han dado ese ascenso o aumento de sueldo que han estado persiguiendo durante años.
“Existe la sensación de que nuestros jefes nos poseen un poco y veo esto como un retroceso interesante contra ese sentido normativo de propiedad”, dice Hatton.
“Se espera que les debamos todo. Que somos de ellos. Pero cuando llegue el momento, pueden despedirnos mañana sin ningún motivo. Esto es recuperar un poco de esa sensación de poder”, agrega.
Cuando la compañía de Isaac estaba implementando despidos durante la pandemia, él sobrevivió, pero emergió con una nueva determinación: no sería uno de los muchos empleados sin rostro.
“Me tratas como a un número, yo te voy a tratar como a un número“, dice. Entonces, armado con dos computadoras portátiles separadas, tiene dos empleos distintos, más un trabajo a tiempo parcial. Dice que nunca lo descubrieron ni estuvieron cerca de hacerlo.
¿Qué pasará después?
El sobreempleo puede estar aumentando, pero aquellos que optan por el segundo trabajo secreto siguen siendo una minoría y se trata de una decisión que aún conlleva un gran riesgo.
Además, como el aumento del sobreempleo es relativamente nuevo, hay muchas cosas que tanto los trabajadores como los empleadores aún no saben. Por ejemplo, no está claro cómo responderán las empresas si se sienten vulnerables o si se dan cuenta de que un empleado está incumpliendo los términos de un contrato de no competencia.
Quizás los gerentes monitorearán más de cerca la actividad de los empleados en las redes sociales para encontrar algo incriminatorio o podrían instalar software en las máquinas de la empresa para detectar algo sospechoso.
Sin embargo, por ahora, algunos trabajadores abrazarán las posibilidades del sobreempleo, mientras no los descubra alguno de sus supervisores.