El precio de este recurso natural tocó los 84.15 dólares por barril.
El petróleo WTI alcanzó este martes los 84 dólares por barril, lo que representa el mayor precio en tres años y se debe al al repunte de la demanda mundial.
El precio de este recurso natural tocó los 84.15 dólares por barril a alrededor de las 10:00 horas.
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Al cierre de Nueva York, el precio del petróleo de referencia estadounidense cerró en 80.64 dólares por barril, un aumento de 0.15 por ciento.
Wall Street inicia mal la semana: retrocede ante preocupaciones por economía en EU Asimismo, el lunes subió hasta los 84.60 dólares, un máximo no registrado desde el 3 de octubre del 2018, cuando registró un precio de 85.87 dólares por barril.
El precio del Brent ha aumentado más del 60 por ciento este año.
Hasta ahora, el consumo está siendo apoyado antes del invierno del hemisferio norte por la escasez de gas natural y carbón, lo que ha provocado la necesidad de combustibles alternativos para la generación de energía, como el diésel y el fuelóleo. Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional expresó su preocupación de que la recuperación económica mundial haya perdido impulso.
“No tenemos un manual de estrategias para lo que sucede cuando los precios del gas natural en Europa llegan al equivalente a 250 dólares el barril en crudo”, dijo Rebecca Babin, comerciante de energía senior de CIBC Private Wealth Management.
“El mercado está tratando de calibrar esta nueva situación energética”.
La volatilidad del martes se produce cuando los precios del petróleo se estabilizan en el rango de los 80 dólares el barril.
La precaución de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados para restaurar el suministro ha elevado los precios junto con el cambio de combustible. UBS Group AG elevó sus estimaciones para el petróleo tanto en Nueva York como en Londres debido a la mayor demanda del sector energético y la reactivación del consumo de combustible para aviones en Estados Unidos.
Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que las amenazas al crecimiento han aumentado, señalando la variante Delta del COVID-19, las cadenas de suministro tensas, la inflación acelerada y el aumento de los costos de los alimentos y el combustible.
“Existe un daño real que potencialmente está al acecho de los problemas de la cadena de suministro”, dijo John Kilduff, socio de Again Capital LLC. “Es un potencial negativo real para la economía global”.
En Europa, los márgenes han subido de “esencialmente cero en junio” a niveles casi prepandémicos, impulsados en parte por una mayor demanda de combustibles diésel y de tipo jet, dijo Citigroup en un informe.
En Singapur, los márgenes complejos se han elevado a los más altos en dos años, mientras que los del diésel están cerca de un máximo de 21 meses.
Aún así, el ritmo del aumento del petróleo, combinado con el aumento de los precios de otras materias primas energéticas y metales, está provocando inflación y amenaza con golpear a las economías que se recuperan de la recesión pandémica.
Las industrias europeas se ven obligadas a engarzar o cerrar sus operaciones. Eso, a su vez, podría afectar la demanda de petróleo.