Al ser las Américas, la región más afectada por la pandemia de COVID-19 en el mundo, la experiencia obliga a todos los países que la integran a trabajar en conjunto para superar la crisis y prepararse para enfrentar nuevas emergencias sanitarias, coincidieron en el llamado la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
Durante su participación en la reunión del consejo permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el titular de la OMS, Tedros Adhanom, advirtió que la variante Delta combinada con el acceso inequitativo de las vacunas generó que la semana pasada la mitad de las muertes por la enfermedad en el mundo ocurrieran justamente aquí en América.
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“La crisis va más allá del sector salud afectando gravemente las vidas y los medios de vida. Esta pandemia ha explotado las brechas de nuestros sistemas de salud y las desigualdades en nuestras sociedades”.
“La lección es clara, la única manera de abordar esta amenaza global es a través de la cooperación por eso hay un consenso emergente para tener un acuerdo legalmente vinculante para dar un marco general para la seguridad de la salud”, subrayó.
En tanto, la directora de OPS, Carissa Etienne delineó tres prioridades para el continente americano que deben implementarse de manera conjunta y haciendo a un lado divisiones: acelerar el acceso a las vacunas; desarrollar la capacidad de manufactura de insumos médicos en la región y fortalecer los sistemas de salud de cada uno de los países.
“Sistemas de salud fuertes y resilientes son la base de una respuesta efectiva a la pandemia y es la clave para cumplir las promesas de salud para todos. Por medio de la priorización de las acciones para acelerar el acceso a las vacunas, ampliar la producción regional y fortalecer los sistemas de salud podremos superar esta pandemia y reconstruir mejor aún que antes”.
“Se van a requerir grandes inversiones, pero el costo de no hacerlo sería mayor si no trabajamos juntos”, aseveró.
En tanto, el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, destacó que de confirmarse la necesidad de una tercera dosis contra la COVID-19, la Unión Americana donará una mayor cantidad de vacunas de los mil millones que ya ha entregado en el mundo, gran cantidad de ellas a América Latina.
El también asesor del presidente Joe Biden, aseguró que es fundamental que todos los países de la región se comprometan a fortalecer la vigilancia de enfermedades infecciosas lo que asegurará tener respuesta regionales veloces y efectivas.
“La pandemia ha recordado que la colaboración regional y mundial es fundamental. Una y otra vez se ha puesto de manifiesto que las enfermedades no respetan las fronteras, afortunadamente la ciencia moderna y las formas de comunicación nos han permitido que funcionarios y científicos trabajemos de forma mancomunada, de manera eficiente para estar preparados y responder a amenazas de salud pública en el futuro”
El funcionario dijo que es vital la colaboración público-privada y ello quedó demostrado en el desarrollo en tiempo récord de las vacunas en los países que le apostaron a esta estrategia.