Los Tigres despertaron y rugieron fuerte en San Luis al derrotar 0-3 al equipo del mismo nombre. Resultado que para Miguel Herrera es una bocanada de aire.
Al conjunto felino le hacía falta dar el golpe de autoridad como el que dieron, pues durante las últimas semanas los resultados no los habían acompañado. Su última victoria sucedió en la Jornada 6 en la que igual hicieron tercia de anotaciones frente al Mazatlán.
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Posterior a ello, se vino una seguidilla de empates con el Atlas y León y luego, la dolorosa derrota frente a su acérrimo rival, el Monterrey y un amargo empate sin goles contra uno de los peores equipos del torneo, los Pumas. Además, el tema de los lesionado se ha convertido en un dolor de cabeza para el Piojo y su cuerpo técnico, pues el vestidor universitario es un hospital al tener a 10 jugadores entre algodones.
Tigres se quitó la presión de encima gracias al contundente resultado obtenido en tierras potosinas, duelo en el que fueron muy superiores desde el inicio; sin embargo, fue hasta el minuto 31’ que su buen desempeño rindió frutos, luego de un desborde por la banda izquierda de Raymundo Fulgencio, quien sirvió para Luis Quiñones, quien definió dentro del área.
Al 54’, un error garrafal de Marcelo Barovero le costó al conjunto potosino la segunda anotación en conta. El guardameta argentino escupió un balón dentro del área, el cual, le quedó a Juan Pablo Vigón, quien solo tuvo que empujarla al fondo.
Tigres finiquitó el duelo al 66’, luego de que Leo Fernández filtró un balón dentro del área para Carlos González quien sacó un disparó cruzado para batir a Barovero y sellar el triunfo.
