He aquí unas cuantas curiosidades sobre el sexo que quizá no conocías.
Voz sexy
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Las mujeres pueden hacer que su voz sea más “sexy”, pero los hombres… no pueden. En un estudio de 2014, un equipo de investigadores de la Universidad de Albright (EE. UU.) descubrieron que las mujeres podían manipular deliberadamente sus voces, contando del 1 al 10, para sonar más atractivas. Pero, -lo siento muchachos-, cuando los hombres intentaron ser más sexys, en realidad sonaban mucho peor. Cuando una mujer baja de forma intencionada la voz para que suene baja y entrecortada, suele percibirse como más atractiva, pero no exactamente por las razones que nos imaginamos. Los hombres tienden a preferir mujeres con voces más altas y femeninas, según los expertos, pero cuando una mujer baja su voz para “sonar sexy”, está indicando su interés en una pareja potencial.
¿Puedo contagiarme de una infección de transmisión sexual al sentarme en un inodoro público?
El virus del herpes simple se transmite por contacto directo de piel a piel. A menos que tú y otra persona compartáis el asiento de un inodoro al mismo tiempo, es probable que el wáter no sea la fuente de la infección. Según los expertos este contagio es “imposible”. Así que lo único de lo que tenemos que preocuparnos al entrar a un baño público es de si está limpio y seco antes de sentarnos.
Semen contra la depresión
Según un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad Estatal de Nueva York (EE. UU.), el semen puede ayudar a combatir la depresión. El semen contiene sustancias químicas que elevan el estado de ánimo, aumentan el afecto e inducen el sueño.
Las parejas pueden tener ADN similar
Los científicos ya sabían que las personas tienden a elegir parejas románticas con características similares, como la edad, la raza, la religión, los ingresos y la educación.
Pero un estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias encontró que las personas también tienden a emparejarse con otras de ADN similar.
Cuando los investigadores estudiaron el material genético de 825 parejas estadounidenses blancas, encontraron menos diferencias en el ADN entre personas casadas que entre dos individuos seleccionados al azar dentro de la misma raza. De hecho, calcularon que la tendencia a emparejarse con alguien genéticamente similar es aproximadamente un tercio más alta.
que la tendencia a hacerlo con alguien con una educación parecida.