Olaf Scholz, candidato del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), reportó ayer una ventaja mínima en las elecciones generales, con 25.8% de los votos.
Con eso, se colocó por encima de Armin Laschet, de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), considerado delfín de Angela Merkel.
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Laschet sumó 24.1%, con lo que la diferencia entre ambos aspirantes fue de 1.7 puntos porcentuales, según el conteo de la empresa Infratest Dimap al cierre de esta edición.
El doble sistema de votación alemán, por candidato y por lista, confirma al SPD como principal formación en el Bundestag o Cámara baja del Parlamento alemán con 205 de los 730 escaños, mientras que la CDU/CSU tendría 194.
Este proceso electoral marca el fin de la era Merkel.
Sin embargo, el país se prepara para un largo periodo de incertidumbre sobre la sucesión de la canciller.
“Será una noche electoral larga, eso seguro. Pero esto es cierto: muchos ciudadanos quieren que haya un cambio en el gobierno y también quieren que el próximo canciller se llame Olaf Scholz”, apuntó.
No existe un plazo determinado para formar la coalición.
“Debemos hacer cuanto podamos para que la formación de gobierno sea posible antes de Navidad, y un poco antes también estaría bien”, sostuvo Scholz.
El fin de semana, afirmó que su coalición favorita sería un bloque con Los Verdes.
Sin embargo, también destacó su buena relación con el líder de los liberales (FDP), Christian Lindner.
Por su parte, los conservadores también prevén formar el próximo gobierno, advirtió Laschet.
“Haremos cuanto podamos para construir un gobierno dirigido por la Unión”, aseguró el democristiano.
Laschet convocó a los demás partidos a forjar una coalición “contra un gobierno de izquierda”.
“Un voto a la Unión es un voto contra un gobierno federal de izquierda. Por eso vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para formar un gobierno federal liderado por la Unión”, aseguró.
El candidato conservador detalló que la alianza se llamaría “coalición futuro” y que incluiría al Partido Liberal Demócrata (FDP) y a Los Verdes.
Los comicios arrojaban resultados muy repartidos, por lo que ambas formaciones mayoritarias necesitarán el apoyo de otros dos partidos para lograr una coalición con peso suficiente para gobernar.
Esto no había sucedido desde los años 1950, en la época de la Posguerra.
PIERDE RESPALDO
En las elecciones de ayer, la Unión Demócrata Cristiana reportó 24.5% de los votos, mientras que en las elecciones de 2017 obtuvo 32.9%. Es decir, una caída de 8.4 puntos.
El partido nunca había tenido menos del 30% de los votos.
“Las pérdidas son amargas”, admitió Paul Ziemak, número dos de la CDU.
El ascenso del SPD presagia un giro a la izquierda para Alemania y marca una recuperación para el partido, que superó el 20.5% que consiguió en las elecciones nacionales de 2017.
Desafíos
- El próximo canciller de Alemania enfrentará las crisis derivadas de la pandemia de coronavirus.
- Se mantiene la relación con el gobierno de Rusia con motivo de oleoducto Nordstream 2.
- Cambio climático así como la transición a energías renovables.
- Atención a temas migratorios y relación con líderes occidentales.
Asumen resultados
BERLÍN.
La líder de Los Verdes y candidata a canciller, Annalena Baerbock, reconoció los errores en campaña electoral.
“Queríamos más. No lo conseguimos debido a nuestros propios errores al principio de la campaña, mis propios errores. Esta vez no fue suficiente, pero el partido tiene un deber de cara al futuro”, declaró Baerbock.
En la jornada electoral de ayer, Los Verdes reportaron 14.6% de las preferencias. Esa cifra supera los resultados de 2017, cuando la agrupación sumó 8.9%.
Con esto, se convirtieron en el tercer partido más votado.
En este panorama, la portavoz parlamentaria de los ecologistas, Katrin Goering-Eckardt, aseguró que la agrupación impulsará su agenda, conformada por la protección medioambiental y justicia climática en las conversaciones para la formación de gobierno.
Apoyan plan de vivienda
En Berlín, la mayoría de los ciudadanos respaldó un plan que permite expropiar más de 240 mil viviendas de alquiler que se encuentran en manos de empresas privadas.
El 56% de los electores de la capital alemana apoyaron la propuesta que busca frenar el aumento del alquiler y la falta de acceso a la vivienda.
La pregunta de las boletas consultadas ayer decía: “¿Quieren que el Gobierno de Berlín expropie 240 mil viviendas a los grandes propietarios de vivienda?”, reportaron medios locales.
El plebiscito no es vinculante. Sin embargo, la participación de 717 mil 363 superó el requisito mínimo de 611 mil 900 para lograr la validez de la consulta.
Además, la iniciativa impulsa debatir el aumento en los precios de alquiler y abordar la especulación en el mercado.
Según la cadena Bloomberg, 84% de los habitantes de la ciudad rentan la propiedad en la que viven.
En las manos de verdes y liberales
Los partidos negociarán a partir de ahora para buscar la mayoría en el Bundestag
BERLÍN.
Con la fragmentación del voto en los comicios de ayer, el partido Los Verdes y el Partido Democrático Libre tienen la llave para determinar al futuro canciller de Alemania.
Sin embargo, existen, al menos, tres escenarios factibles.
Uno de ellos es formar nuevamente la llamada gran coalición, en la que se alían la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).
Otra opción es formar un tripartido con el SPD, Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP).
O, por último, los Verdes, el FDP y la CDU.
Los Verdes, liderados por Annalena Baerbock, que durante un tiempo aparecían como favoritos, recabarían, según las encuestas, 14.6%.
Con eso, rompen su récord de 2009, con 10.7% de los votos.
Además, avanzan seis puntos respecto a las elecciones de 2017.
Los liberales del FDP, en tanto, quedarían cuartos, con alrededor del 11,5%, lo que les daría la llave del gobierno y haría del partido un actor ineludible para formar una futura coalición.
Por su parte, los ultraderechistas de la agrupación AfD quedarían con 84 escaños, al tener 10.5%.
Sin embargo, durante las campañas, los candidatos se comprometieron a no formar coalición con ese partido político.
Si la tendencia se confirma, Scholz podría estar en posición de suceder a Angela Merkel.
Con todo, deberá componer una coalición tripartita, algo nunca visto en la historia contemporánea de Alemania.
Cerca de un 55% de los alemanes prefiere esta opción, según un sondeo del canal de televisión ZDF.
Los Verdes se reservan la posibilidad de aliarse tanto con el SPD como con la derecha, afirmando que lo que desean.
Por encima de todo, el partido Verde buscará promover su programa para luchar contra el cambio climático.
Proceso
- El cargo de canciller se escoge mediante una votación del Bundestag, la Cámara baja del parlamento.
- Todos los partidos pueden participar en las “conversaciones exploratorias”.
- El nuevo parlamento debe sostener su sesión inaugural no más de 30 días después de la elección, el 26 de octubre.
- Los Verdes ya convocaron a un congreso del partido para el sábado 2 de octubre, en el que podrían decidir con quién sostener conversaciones.
- Los partidos determinan quién estará a cargo de cuáles ministerios y firman un contrato de coalición, un documento que define los términos del acuerdo. Esta fase no tiene límite.
- Si no surge una alianza entre los partidos, el presidente podrá nominar un canciller, que podría salir del partido con más votos.
