Autoridades de Estados Unidos aclararon que no pretenden mandar a Guantánamo a los migrantes haitianos detenidos en la frontera con México.
La administración del presidente Joe Biden no tiene planes de enviar a ninguno de los miles de migrantes haitianos atrapados cruzando la frontera con México a una instalación de detención especial en la base naval de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo, Cuba, dijeron el jueves funcionarios estadounidenses.
Los funcionarios lanzaron agua fría sobre la idea de usar las instalaciones para algunos de los haitianos reunidos en la frontera de Texas. La declaración es una respuesta a la especulación de medios de comunicación provocada por el anuncio del gobierno de un nuevo contrato para administrar el centro para migrantes.
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Las autoridades estadunidenses, intermitentemente por décadas, han alojado y procesado temporalmente a los migrantes detenidos cuando intentaban llegar a Estados Unidos por mar en el Centro de Operaciones para Migrantes en Guantánamo.
La instalación está ubicada en la misma base militar donde Estados Unidos opera una prisión para sospechosos de terrorismo extranjeros capturados después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La cárcel de Guantánamo llegó a simbolizar los excesos de la “guerra contra el terror” de Washington debido a los duros métodos de interrogatorio de años anteriores que críticos dicen equivalía a tortura.
El menos conocido centro de migrantes una vez albergó a miles de “balseros” haitianos a inicios de la década de 1990, pero se ha utilizado poco en los últimos años, aunque el gobierno estadounidense ha seguido manteniéndolo.
Consultada si algún inmigrante haitiano sería enviado allí desde la frontera con México, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a periodistas que “Nunca ha habido un plan para hacer eso”.
“Creo que hubo cierta confusión relacionada con un centro de operaciones para migrantes, que se ha utilizado durante décadas para procesar a los migrantes interceptados en el mar para su reasentamiento en terceros países”, agregó.
Una solicitud de licitación del Departamento de Seguridad Nacional la semana pasada que pedía que empresas privadas se postularan para operar la instalación para migrantes era un “primer paso típico y rutinario en la renovación de un contrato, y no estaba relacionado con la frontera suroeste”, tuiteó Marsha Espinosa, subsecretaria de asuntos públicos del DHS.
El pedido de ofertas causó “confusión debido al momento“, dijo Psaki. El gobierno de Biden ha estado luchando con la afluencia de haitianos a un improvisado campamento en la frontera, deportando a algunos y deteniendo a otros.
El documento decía que la instalación de Guantánamo tendría “una población diaria estimada de 20 personas”, pero que el proveedor de servicios debería estar preparado para “erigir viviendas temporales para poblaciones que superen los 120 y hasta 400 migrantes en caso de aumento repentino”.
También requiere que “al menos el 10% del personal aumentado debe dominar el español y el criollo haitiano”.