Uno de los problemas que vive actualmente América Latina y El Caribe es que existe “mucho” divisionismo entre las naciones, consideró el senador chileno José Miguel Insulza.
Exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Insulza consideró que México hace un esfuerzo, a través de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), por restablecer alguna forma de coordinación en el continente.
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“Pero hay muchas divisiones entre nosotros”, mencionó.
Insulza participó en un foro organizado por el Centro Olof Palme México, en donde expuso que, durante la primera década del siglo XXI, la región tuvo un periodo importante para la región latinoamericana: había regímenes que surgieron de procesos democráticos; crecimiento económico; disminución de brechas en cuanto a la pobreza.
“Pero de pronto todo se empezó a perder”, lamentó.
Para el caso de México, indicó, que en los últimos años el país ha tenido una política exterior en 2 sentidos: un papel secundario en cuanto a la relación con América Latina.
“La gran preocupación fue redondear el segundo acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá. Y ahora, hay cierta intención del presidente López Obrador de ofrecer cierto liderazgo y cierta forma de unidad a través de la Celac, es un esfuerzo ambicioso porque ahorita en América Latina no hay muchos organismos internacionales”, mencionó.
El problema al que se enfrenta México, añadió, es que América Latina tiene una cierta actitud verbal hacia Estados Unidos, que es bastante más agresiva que la realidad.
“En cambio, México, tiene una relación obligada con Estados Unidos, que es mucho más importante: hay bastante migración de Sudamérica a Estados Unidos, pero no es ni 10% de lo que ha tenido México”, agregó.
José Miguel Insulza destacó que una sola política latinoamericana es muy difícil de lograr. Sugirió que México se entienda mejor con las alianzas que existen en América Latina: Unasur, SICA, Caricom, entre otros, y avanzar con éstos en cuanto a los intereses y política.
“El gran problema de México y de América Latina, que no es culpa de México ni de América Latina, es que ni México ni Brasil han caminado de la mano en materia de unidad latinoamericana. Y cuando hablamos de México y Brasil, hablamos del 60% de la población de América Latina, casi dos tercios de la población territorial.
“Si México y Brasil se pusieran de acuerdo en una forma de empujar a América Latina, otro gallo cantaría y eso no ha ocurrido y no está en vías de ocurrir hoy en día”, aseveró.
La falta de unidad en América Latina, agregó, se ha resentido últimamente, a pesar de los esfuerzos que hace México.
El retroceso latinoamericano, puntualizó, fue que las naciones fueron mostrando su debilidad para responder a sus poblaciones, además del fenómeno de la corrupción, que ha sido muy visible y ha roto el sueño de la región de volver a crecer.
“La democracia en América Latina no es tan fuerte como lo era hace un par de décadas atrás”, manifestó.