El éxodo que están haciendo habitantes de diferentes municipios de Zacatecas ante la guerra de los diversos grupos delincuenciales
La violencia generada en el estado de Zacatecas por los carteles de la droga obligó a un grupo de 45 personas, 16 de ellos niños, a trasladarse a Nuevo Laredo, Tamaulipas y buscar ante las autoridades estadounidenses el asilo por las amenazas de muerte que recibieron.
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Las personas arribaron a las oficinas de Protección Civil en la colonia Buena Vista para solicitar a la policía que los apoyaran y poder trasladarse a uno de los puentes internacionales.
La gente era encabezada por Yolanda “N”, pastora de la iglesia Hispanoamericana Pentecostés “Manantial de Esperanza” que se ubica en Calera Víctor Rosales municipio que está en la parte central del estado de Zacatecas.
La ministra explicó que su llegada a la frontera del noreste del país se debe al éxodo que están haciendo habitantes de diferentes municipios de Zacatecas ante la guerra de los diversos grupos delincuenciales.
Aseguró que ellos iban huyendo debido a que el crimen organizado amenazó con matarlos.
La policía arribó, así como personal de Migración para poder apoyarlos y llevarlos a un lugar seguro.
Calera es una zona de paso y cuyas carreteras comunican con Guadalajara, Guanajuato y otra ruta puede llevar hasta Nuevo León.
Desde el mes de junio de este año las autoridades comenzaron a registrar una fuerte presencia de grupos armados en convoy, además de múltiples ejecuciones.
La lucha por el control de sus municipios empezó entre gente del Cártel de Jalisco Nueva Generación, el Cartel de Sinaloa, un grupo conocido como Las Flechas, apoyado por el Mayo Zambada, el Cartel Del Noreste y Cartel del Golfo, estos dos últimos del estado de Tamaulipas.
