Mazda actualiza a la segunda generación de la CX-5 para 2022 con un nuevo aspecto y aprovecha para darle nueva tecnología y hacer cambios en donde no se ven
Mazda anunció actualizaciones para la CX-5 2022, que sigue siendo el superventas para la marca a nivel mundial y que a pesar de la edad, es una de las mejores alternativas del segmento con elogios por su refinamiento, calidad de materiales y dinámica de conducción.
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El cambio más visible es el estético, pues como predijeron las fotos espía que salieron a la luz apenas la semana pasada, la CX-5 recibe un facelift sutil basado en las líneas estilizadas que datan del 2017 y que siguen frescas. La fascia delantera tiene una toma de aire inferior más ancha, como la de la CX-30 y la parrilla tiene un tramado texturizado en lugar de la malla y el marco cromado es más ancho, con calaveras de formas angulares.
La parte posterior tiene nuevas calaveras con un patrón de iluminación en forma de L y un difusor inferior satinado. Extrañaremos los elementos redondos en faros y calaveras que han sido uno de los sellos característicos del diseño Kodo, pues ya no estarán presentes en la CX-5 2022. Los cambios le quitan un poco de esa sutileza al diseño de la CX-5 para 2022, pero la hacen más vistosa y la ponen en línea con sus rivales. Ciertas versiones tendrán acentos en color negro brillante y otros en color negro mate en los pasos de rueda, spoiler delantero y paneles inferiores, mientras que las Signature gozarán de esos detalles al color de la carrocería.
Seguirá con motores de 2.5 litros, con y sin turbocargador, pero lo más importante es que se mejoró la rigidez del chasis y la estructura de control de amortiguamiento para alcanzar la que ha sido una de las metas clave de Mazda con sus últimos desarrollos, que es la de reducir ruidos, vibraciones y asperezas, rediseñando los asientos .
