Rusia rechaza repatriar a un estadounidense condenado por espionaje

En 2017, los servicios de inteligencia rusos frustraron unas 400 operaciones de espionaje extranjero que intentaban acceder a información sensible en el país euroasiático

Un tribunal ruso no admite a trámite la solicitud de deportación de un exmarine de EE.UU. acusado de espionaje contra Rusia y condenado a 16 años de prisión.

El Tribunal Supremo de la provincia rusa de Mordovia ha rechazado este martes la solicitud de trasladar al antiguo infante de Marina estadounidense Paul Whelan, condenado a 16 años de cárcel en Rusia por espionaje, a una prisión de Estados Unidos.

“De hecho, el tribunal adoptó una decisión política al no admitir a trámite nuestra petición”, ha confirmado a medios locales el abogado de Whelan, Vladimir Zherebénkov.

Al respecto, la oficina de prensa del tribunal declaró a la agencia rusa de noticias Sputnik que la solicitud de los abogados del estadounidense se envió al Ministerio de Justicia del país euroasiático con el fin de reunir la información necesaria al respecto y coordinar de modo preliminar con el organismo competente de Estados Unidos el tema de la entrega del enjuiciado.

Exinfante de Marina de EE.UU., quien también es un ciudadano de Canadá, Irlanda y el Reino Unido, fue detenido en diciembre de 2018 en un hotel en Moscú, la capital rusa, “durante la realización de una acción de espionaje” por agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en inglés). En 2020, fue sentenciado por un tribunal de la misma ciudad a 16 años de prisión por espionaje.

A pesar de que sus abogados en más de una ocasión propusieron indultarle o cambiarle por alguno de los rusos recluidos en el país norteamericano, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, indicó en junio pasado que no hay fundamentos para incluir a Whelan en un posible intercambio. Las relaciones entre Washington y Moscú se enrarecieron después de que los servicios de inteligencia rusos han arrestado a algunos estadounidenses por espionaje contra el país euroasiático. En este sentido, las autoridades rusas han denunciado en reiteradas ocasiones un aumento en las operaciones de agencias de inteligencia extranjeras, particularmente de EE.UU., para actividades de espionaje contra su país.

En 2017, los servicios de inteligencia rusos frustraron unas 400 operaciones de espionaje extranjero que intentaban acceder a información sensible en el país euroasiático, tal como desveló el presidente de Rusia, Vladimir Putin.