Escritora mexicana precursora del feminismo en Mujeres Notables de México.
La Corregidora fue una mujer de carácter fuerte y de convicciones firmes, sufrió ataques por sus ideales, por ser bella, mujer y rebelde.
Toda su vida fue una lucha constante sin importarle los riesgos o el precio que tuviera que pagar, como lo mostró al enfrentar encierros, el poder imperial y el presidencial.
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Murió antes que su esposo, el 2 de marzo de 1829 en la Ciudad de México, fue sepultada en el Convento de Santa Catarina, y después exhumada para trasladarla a la ciudad de Querétaro, junto a su esposo, Miguel Domínguez. Su legado es actual la lucha por la justicia, la soberanía y la igualdad.
Josefa Ortiz de Domínguez, La Corregidora, nació el 8 de septiembre de 1768 en la ciudad de Valladolid, hoy Morelia, Michoacán. Tras la muerte de su madre, su tía María quien residía en la Ciudad de México, se hizo cargo de ella y la inscribió en el Colegio de San Ignacio de Loyola, comúnmente llamado “Las Vizcaínas” por ser de Vizcaya sus fundadores, dirigido a hijas de familias provenientes de esa provincia española, niñas huérfanas y mujeres viudas; abierto en 1752 por la Compañía de María de orientación jesuita, proporcionaba una educación en cierta forma laica con los aires ilustrados que prevalecían en la Nueva España, la escuela logró estar fuera del dominio clerical y con ello sus preceptos, se trataba de establecer una fundamentación de corte científico, aunque sin dejar de ser católica la instrucción, la educación era moderna y tenía entre sus principales clases las de lectura, escritura, doctrina y labores de mano desde un carácter secular y mercantil, música, poesía entre otras.
En ese espacio conoció a Miguel Domínguez, uno de los benefactores del Patronato, padre de dos hijas con una esposa muy enferma; prestigioso abogado, quien ante la inteligencia de Josefa la tomo como protegida a los 17 años, mantuvieron una relación muy cercana, quedando embarazada Josefa tuvo que abandonar el colegio.
Miguel la busco al quedar viudo y vivieron juntos,para contraer matrimonio en secreto 1791. En total criaron catorce hijos. En 1802, Miguel Domínguez fue nombrado corregidor de Querétaro, y la familia se trasladó a esa ciudad.
Criolla de origen, era morisca, hija natural de mulata y de padre español, huérfana desde pequeña y criada por su tía, conoció de cerca la discriminación y el racismo, Josefa Ortiz se identificaba con los planteamientos de su clase con respecto a los españoles peninsulares, por su condición social y estrato, como los criollos y mestizos que le rodeaban conocía y trataba un tema recurrentemente: la falta de igualdad e injusticia que se cometía en contra de las mayorías, así como coincidía con la reivindicación que planteaban, sobre los derechos de la población indígena que garantizara una mejor calidad de vida.
El Corregidor y Josefa fueron muy respetados tanto por la buena administración de él, como por las obras de caridad y asistencia de Josefa que, inspiradas en su educación ignaciana, ejercía en la sociedad, con pobres, enfermos e incluso reclusas en la cárcel.
Además de atender las tertulias y reuniones propias de su cargo, con lo que se fue relacionando con personas de ideas insurgentes, en su mayoría estudiosos que habían adoptado la ideología de los movimientos europeos, en especial de los teóricos de la revolución francesa libertad, igualdad, fraternidad y derechos del hombre, encontró eco y refuerzo a sus propias inquietudes.
Es así como abrazó un movimiento donde veían la oportunidad de librarse del yugo español, y establecer la justicia y la igualdad.
Su compromiso fue firme y por ello realizó en su propia casa las rebeldes reuniones: a las cuales llamaban tertulias literarias, pero eran la pantalla para las conspiraciones de, entre otros, Miguel Hidalgo y Costilla, cura de Dolores, Ignacio Allende y Juan Aldama, quienes pensaban aprovechar la invasión francesa a España para plantear una independencia.
El 13 de septiembre de 1810, la conspiración fue traicionada. Alguien informó al juez eclesiástico Rafael Gil de León.
A su vez, el juez informó a Miguel Domínguez para que, en su calidad de autoridad regional, actuara contra dicha amenaza.
Él no había participado activamente en las tertulias, pero sabía muy bien qué pasaba en ellas. Sin atreverse a tomar partido, inicio los registros de las casas de quienes habían quedado implicados en la denuncia y, a la vez, avisó a su esposa. Cuando ésta optó por la congruencia e intentó salvar a sus compañeros, la encerró en su habitación.
Josefa Ortiz sabiendo el peligro que corrían los independentistas decidió avisarles, escribió rápidamente un mensaje para ser entregado a Ignacio Allende, el mensajero, el alcaide Ignacio Pérez, se dirigió hacia San Miguel [hoy en día, San Miguel Allende], donde el capitán vivía, al no encontrarlo decidió poner el aviso en manos de Hidalgo.
El cura de Dolores, entonces, decidió adelantar el levantamiento: de octubre a la madrugada del 16 de septiembre. Iniciando así un proceso de emancipación largo y doloroso que solo alcanzaría la Independencia hasta 1821.
El 16 de septiembre Miguel y Josefa fueron detenidos bajo sospecha de participar en la conspiración. Josefa pago caro su participación en la conjura y su persistencia en apoyar a los Insurgentes, sufrió años de encierros en conventos de Querétaro y de la ciudad de México, separada de sus hijos y esposo. A él lo encerraron en el convento de Santa Cruz; a ella, como presa política en el de Santa Clara.