Partidarios del Jair Bolsonaro comienzan a movilizarse en Brasil para una jornada de manifestaciones en apoyo al mandatario que hacen temer una revuelta al estilo de la del 6 de enero en EU.
Los partidarios del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, atravesaron barreras policiales para avanzar hacia el Congreso en Brasilia el lunes por la noche, la víspera de un día de manifestaciones planificadas para respaldar al líder ultraderechista en su disputa con el poder judicial.
Los camiones tocaron la bocina mientras cientos de simpatizantes de Bolsonaro vestidos con los colores nacionales verde y amarillo los vitoreaban, mostraron videos publicados en las redes sociales.
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Sin embargo, no lograron alcanzar su objetivo de rodear la sede del Supremo Tribunal Federal, que algunos manifestantes han planeado ocupar en una protesta inspirada en el asalto del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos por partidarios del entonces presidente Donald Trump.
La plaza del edificio del STF permanecía cerrada por barreras y una línea de policía, dijo este martes el departamento de seguridad de la ciudad.
Se espera que miles de manifestantes marchen en la capital durante esta jornada, cuando se celebra el Día de la Independencia de Brasil, y en el centro financiero de Sao Paulo para apoyar a Bolsonaro en su enfrentamiento con el poder judicial por cambios en el sistema de votación.
Sus detractores temen que el presidente esté alentando a los partidarios hasta el punto de que podrían intentar invadir la corte.
‘Copia’ del asalto al Capitolio de EU
A nivel internacional, más de 150 expresidentes y líderes de la izquierda firmaron una carta abierta criticando a Bolsonaro por alentar lo que llamaron una copia del asalto del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos.
Las manifestaciones están “avivando los temores de un golpe de Estado en la tercera democracia más grande del mundo”, decía la carta.
Bolsonaro dijo el viernes que las manifestaciones serán un “ultimátum” a los magistrados del STF que han tomado decisiones “inconstitucionales” contra su gobierno.
El tribunal ha autorizado investigaciones de los aliados de Bolsonaro por presuntamente atacar las instituciones democráticas de Brasil con información errónea en línea.
Ha calificado las investigaciones ordenadas por la corte como una violación del derecho a la libertad de expresión.
