Regreso a clases devuelve la esperanza a vendedores de dulces

Retomaron sus actividades afuera de las escuelas en este arranque del ciclo escolar 2021-2022.
vendedor ambulante

Doña Anita tiene 78 años de edad y casi 30 años de vender dulces frente a la primaria Benito Juárez, en la colonia Roma Sur. Estos 528 días que las escuelas cerraron en México, debido a la pandemia, fueron los más oscuros y tristes de su existencia. 

Su hijo murió por covid y ella se quedó sin trabajo, pero el reabrir de las escuelas en la Ciudad de México, le devolvieron un poco de esperanza para poder recuperarse, porque muchas veces sumida en la depresión, pensó que no sucedería.

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“Hay vida y eso es lo importante”, dice en entrevista.

El instante más emocionante de este regreso a clases para doña Anita fue cuando las mamás se acercaron a saludarla, los conserjes de la escuela y los profesores.

“Me dicen doña Anita, la queremos mucho. Yo siento bien bonito”.

Ahora sentada frente a la escuela con su puesto de dulces, por fin van quedando atrás esos momentos en los que se le iban en sólo llorar, por la frustración de no poder acompañar a su hijo que murió, por el encierro y por la imposibilidad de trabajar, cuando las deudas y los compromisos económicos de la renta de su vivienda no se detuvieron.

“Ojalá ya no vuelvan a cerrar la escuela, para poder seguir adelante y pagar mis deudas”, es el único deseo de doña Anita y que Dios la siga manteniendo con fuerza para poder trabajar.

Entre todo ese dolor que vivió en los últimos meses, este lunes 30 de agosto llegaron las ganas de seguir viviendo, por ese amor que siempre ha sentido por el trabajo y por los alumnos de la escuela.

“Yo extrañaba mucho a los niños”.

Tanto doña Anita, como su compañera Julieta Martínez, quien lleva más de la mitad de su vida vendiendo afuera de esta primaria, la esperanza que le da el regreso a clases, no sólo se trata sobre ganar dinero para saldar las deudas generadas en época de pandemia, sino para aliviar la tristeza que generó el encierro.

“Aquí vendiendo, tengo más de 30 años. Me puso mal estar encerrada, luego de uno estar acostumbrado de andar para allá y para acá. A uno le da depresión. Me daba por llorar, por estar triste por no poder salir a trabajar. Ya no queda de otra, que echarle ganas para seguir. La esperanza de tener dinero para poder salir adelante”, aseguró Julieta Martínez de 61 años.

La emoción de este regreso a clases para los vendedores de la primaria Benito Juárez también fue por la fortuna de poder reencontrar a sus compañeros de trabajo con vida, donde la mayoría son adultos mayores y ese fue el sector más vulnerable de la pandemia. Hasta este momento se han contabilizado más de 258 mil muertes por covid-19, de acuerdo a la Secretaría de Salud.

“Estoy muy contento de haberlos visto a mis compañeros, porque sí estuvo muy fea la pandemia”, concluyó José Luis López, quien vende congeladas y paletas de hielo.