¿Volveremos a ver a Conor McGregor peleando en la UFC?

La lesión podría no ser el máximo impedimento para su vuelta, ya que muchos consideran que su tiempo ha pasado.

La noche del 21 de julio de este año fue bien aciaga para Conor McGregor. Se celebraba UFC 264 y el irlandés no solo perdió un combate, sino que salió derrotado de la trilogía contra Dustin Poirier, se tuvo que tragar todo el “trash-talk” que lanzó antes del evento, se lesionó gravemente y representó un duro punto de inflexión en su carrera, ya que muchos piensan que su tiempo ha pasado.

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Han sido tres derrotas en los cuatro últimos combates de UFC y otra en boxeo frente a Floyd Mayweather. Dos de ellas especialmente dolorosas: contra su acérrimo enemigo Khabib Nurmagomedov y esta última frente a “The Diamond”. Es cierto que todas ellas, ganase o perdiese, le han reportado ingentes cantidades de dinero y le han servido como promoción para sus otros negocios: todo ello le convirtió en el deportista que más dinero ganó en el año 2020.

Sin embargo, su imagen ha quedado profundamente tocada. En primer lugar, porque ha encadenado una importante racha de derrotas, como hemos dicho; pero también porque en este último combate se esperaba el resurgir propio de un campeón: tras subestimar a Poirier en el anterior enfrentamiento, muchos pensaban que se habría preparado a fondo y que su ambición y confianza en sí mismo lo llevarían a la victoria, de forma similar a lo que pasó cuando perdió ante Nate Díaz en 2016 y volvió al cabo de cinco meses para obtener su venganza.  

Su actuación ha abierto las puertas a muchos de sus históricos enemigos para criticarle sin tapujos, cuando no insultarle directamente. El propio Poirier ni siquiera esperó a bajarse del octágono para afearle la conducta previa a la pelea, micrófono en mano y con el irlandés todavía en el suelo siendo atendido por los médicos. Aunque el máximo exponente es el daguestaní Nurmagomedov, con el que tuvo graves incidentes, tanto antes del evento de 2018 como en la misma velada. Khabib no ha perdido la ocasión de lanzarle todo tipo de reproches y acusaciones desde su derrota siempre que ha tenido ocasión. Y el último ha sido Javier Méndez, entrenador de “The Eagle”, que lo ha llamado directamente “idiota sin control”, para luego afirmar que ha perdido el respeto de todo el mundo.

Y ante los continuos ataques de sus detractores, ya sean espectadores u otros luchadores que, en un momento u otro, han sido blanco de las ofensas del irlandés o fueron derrotados por él, también le llegan ánimos de su legión de seguidores incondicionales y de rostros populares que mantienen con él una buena relación, desde su compañero de la UFC Urijah Faber hasta futbolistas como Cristiano Ronaldo, pasando por el popular jugador de póker y compatriota de Conor, Fintan Hand. Incluso algunos rostros del Star System de la talla de Sylvester Stallone se han permitido la libertad de darle algunos consejos constructivos, pidiéndole que venza sus miedos y demostrándole una importante dosis de empatía.

La lesión que sufrió ante Poirier le va a tener, al menos, casi un año apartado de la competición, además del tiempo que necesitaría, una vez recuperado para volver a su mejor forma física. Pero existen dos variables más a tener en cuenta: por un lado, la edad del irlandés, que rozará los 34 años cuando esté en condiciones de volver; y segundo y más relevante, la lesión solo ha sido un síntoma de algo más grave, ya que la causa subyacente podría ser una artritis crónica en los tobillos, lo que condicionaría su capacidad de lucha en un futuro.

Por lo tanto, se generan dos cuestiones al respecto: ¿necesita volver? y ¿quiere volver? Sobre la primera, la respuesta es que no lo necesita a menos que contemplemos su ego como una necesidad; actualmente, a nivel financiero, tiene todo cuanto necesita para mantener su tren de vida y siempre puede ganar algo más con algún combate de exhibición. La segunda pregunta es algo más compleja: Conor puede ser muy consciente de que su mejor momento ha pasado y que las opciones de volver a conseguir el título son muy escasas; además, falta demasiado para que pueda volver al octágono y, tal vez, sus ansias de venganza ya hayan flaqueado, especialmente si sigue viviendo entre algodones.