Una manada de elefantes que fascinó a la población local y a gente de todo el mundo por un viaje de un año por el suroeste urbano de China parecía dirigirse por fin a casa, tras allanar granjas e incluso una residencia de ancianos para conseguir comida.
Las autoridades locales desplegaron camiones, trabajadores y drones para seguir a los elefantes, evacuaron carreteras para que pudieran viajar de forma segura y utilizaron comida para alejarlos de zonas pobladas. Pese a que entraron en pueblos y se acercaron a la capital provincial de Kunming, ni humanos ni animales resultaron heridos.
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El domingo por la noche se guió a los 14 paquidermos, de distintas edades y tamaños, para que cruzaran el río Yuanjiang, y se les abrió una senda para regresar a la reserva natural donde vivían en la Prefectura Autónoma de Xishuangbanna Dai.
Los elefantes salieron de la reserva hace más de un año por motivos desconocidos y recorrieron más de 500 kilómetros (300 millas) hacia el norte. Tras llegar a las afueras de Kunmig, un centro turístico y de negocios, volvieron a girar hacia el sur, pero aún siguen lejos de la reserva.
Un macho que se separó de la manada fue anestesiado y devuelto a la reserva.
Los elefantes asiáticos están entre los
animales más protegidos de China y su población ha crecido a unos
300 ejemplares, a pesar de que su hábitat se ha reducido por la expansión
urbana y agrícola.
El domingo por la noche la manada seguía en el condado Yuanjiang, a unos 200
kilómetros (125 millas) de la reserva.
Sin embargo, la Administración Nacional de Bosques y Pastos señaló que una vez cruzado el río, los animales estaban en un “hábitat adecuado”.
El gobierno provincial emitió un comunicado en el que indicó que los progresos de la manada eran significativos y que seguiría trabajando para que los elefantes volvieran pronto a su hábitat natural.