El síndrome de Guillain-Barré paraliza los músculos, pero la mayoría de las personas que lo contraen eventualmente se recuperan.
Tras los temores por los riesgos de que algunas de las vacunas contra la covid-19 causen coágulos, un nuevo efecto adverso registrado en un pequeño número de personas vacunadas está causando preocupación en distintas partes del mundo.
Se trata de una inusual enfermedad neurológica conocida como síndrome de Guillain-Barré (SGB), un trastorno autoinmune que afecta al sistema nervioso y genera la parálisis progresiva de los músculos.
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A finales de julio, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) emitió una advertencia tras la aparición de 34 casos sospechosos de SGB en personas que se habían inoculado contra el coronavirus.
Veintisiete habían recibido la vacuna de AstraZeneca, cuatro la CoronaVac y tres la Janssen.
El 9 de julio, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) había advertido sobre un posible vínculo entre la vacuna de AstraZeneca y el SGB.
El regulador señaló que por el momento “ni confirma ni descarta” esa relación, pero recomendó hacer un cambio en la información de la vacuna para incluir una advertencia que alerte de los signos y síntomas que se pueden producir, para un diagnóstico y tratamiento temprano.
Unos días después, la Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) actualizó la información sobre la vacuna Janssen, producida por Johnson & Johnson, para advertir sobre un aumento ligero en el riesgo de contraer SGB.
“Los informes de eventos adversos después del uso de la vacuna Janssen covid-19 bajo autorización de uso de emergencia sugieren un mayor riesgo de síndrome de Guillain-Barré durante los 42 días posteriores a la vacunación”, dice la etiqueta actualizada.
“Estos casos se han notificado en su mayoría unas dos semanas después de la vacunación y sobre todo en varones, muchos de ellos de 50 años o más”, señaló un portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) a la cadena estadounidense CNN.
Muy pocos casos
Todas las agencias sanitarias han destacado que el vínculo entre este trastorno y las vacunas contra la covid se sigue estudiando, y que las personas afectadas representan un número muy pequeño de los millones que han recibido estas vacunas en todo el mundo.
La alerta de la EMA se produjo luego de que se reportaran 227 casos sospechosos de SGB entre los cerca de 51,4 millones de europeos vacunados con dosis de AstraZeneca hasta el 20 de junio.
En el caso de la vacuna Janssen, la advertencia se incluyó tras detectarse 100 casos sospechosos de SGB entre los más de 12 millones de estadounidenses vacunados con esa inoculación de una sola dosis al 30 de junio.
En una declaración publicada el 26 de julio, el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que los “casos inusuales de SGB” se notificaron en relación con vacunas que utilizan un “vector de adenovirus”.
“Se necesitarían estudios más rigurosos que utilicen fuentes de datos alternativas y diseños de estudio sólidos, y la comparación de poblaciones vacunadas y no vacunadas, para evaluar completamente la importancia de estos eventos”, agregaron.
“En general, el subcomité concluye que los beneficios potenciales de las vacunas covid-19 de Janssen y AstraZeneca continúan superando cualquier riesgo potencial de SGB, particularmente dado el aumento en la variante más transmisible Delta”, aconsejaron.
¿Qué es? Pero ¿en qué consiste esta rara enfermedad que también ha sido vinculada con la vacuna contra la influenza (gripe) y con el virus del zika? Se trata de un trastorno neurológico autoinmune poco común (con uno o dos casos por cada 100.000 personas, por año) en el que el sistema inmunológico daña las células nerviosas.
Se desconoce su causa, y sus efectos suelen ser temporales: la mayoría de las personas eventualmente se recuperan por completo del trastorno.
El síndrome lleva el nombre de los neurólogos franceses Georges Guillain y Jean Alexandre Barré, los primeros en describir la enfermedad, junto con André Strohl, en 1916.
Cerca del 7,5% de las personas que desarrollan la enfermedad fallecen como consecuencia, a nivel mundial.
“El principal riesgo que genera el síndrome es cuando los músculos respiratorios se ven afectados.
En este último caso, el SGB puede provocar la muerte si no se toman las medidas adecuadas”, advirtió Anvisa.
Según la agencia, los síntomas iniciales del SGB en la mayoría de los pacientes son entumecimiento o sensación de ardor en las extremidades, primero las inferiores (pies y piernas) y luego en las superiores (manos y brazos).
Por lo general, se desarrollan en un intervalo de unas pocas horas a unas pocas semanas.
Otra característica que se percibe en al menos el 50% de los casos es la presencia de dolor neuropático (causado por daño al sistema nervioso) en la zona lumbar o en las piernas.
La debilidad progresiva es el signo más notorio y suele presentarse en este orden: miembros inferiores, brazos, tronco, cabeza y cuello.