El pebetero de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 “florece” con una llama de hidrógeno

El pebetero de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 fue diseñado por el estudio japonés de diseño Nendo.
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Uno de los momentos más emocionantes de la ceremonia de inauguración de unos Juegos Olímpicos es cuando la antorcha llega hasta el último portador y este enciende el pebetero olímpico.

En preparación para cada edición olímpica, se dedica mucho tiempo y labor mental al diseño del pebetero, que alberga la llama olímpica durante todo el evento.

Para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, esta tarea fue dejada en manos del estudio de diseño japonés Nendo y su fundador, Oki Sato.

Su impresionante orbe funciona con hidrógeno y fue diseñado con base en el tema elegido por Mansai Nomura, director creativo de las ceremonias de inauguración y clausura: “Todos se reúnen bajo el sol, todos son iguales y todos reciben energía”.

En total, Sato creó 85 bocetos antes de decidirse por el diseño final. Algunas de sus primeras versiones incluían flamas atrapadas en una esfera de cristal resistente al calor y hacer girar las flemas para darles una forma esférica y así capturar la esencia del Sol.

Sin embargo, la esfera de aluminio que hemos visto se compone un hemisferio superior e inferior, cada uno compuesto por cinco paneles destinados a representar los aros olímpicos.

Así, pasa de su forma de orbe a una “flor” que da la bienvenida a la flama ceremonial.

“Esto expresa no solo el sol en sí, sino también la energía y la vitalidad que se puede obtener de él”, revela el estudio de diseño en un comunicado, “como plantas que brotan, flores que florecen y manos que se abren de par en par hacia el cielo”.