Yihad Islámica Palestina alerta que ante el silencio de las organizaciones internacionales, Israel comete “terrorismo” contra los menores palestinos.
“Atacar a niños inocentes es un crimen y terrorismo que la ocupación puede cometer a la luz del silencio y la impotencia que ha silenciado a las organizaciones internacionales y regionales […] que no mueven un dedo frente al horror y la fealdad del terrorismo y el asedio”, ha denunciado el movimiento Yihad Islámica Palestina, mediante un comunicado publicado este jueves, según recoge la agencia palestina de noticias SAMA.
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Asimismo, el texto ha condenado, en duros términos, el asesinato del niño palestino, de 11 años, identificado como Muhamad Mouayyad Allami, quien falleció el miércoles como consecuencia de una nueva atrocidad de los soldados israelíes en la ciudad cisjordana de Al-Jalil (Hebrón).
De hecho, según los reportes, los soldados de Israel dispararon contra el menor cuando estaba dentro de un automóvil en la zona. Allami es un nuevo niño que se levanta contra el terrorismo del régimen de Tel Aviv, subraya la nota, para luego agregar que Israel comete crímenes contra niños inocentes palestinos, como restringirlos, asediarlos, privarlos de los derechos más básicos, arrestarlos, matarlos y ejecutarlos.
En este sentido, el movimiento palestino ha añadido que los crímenes del régimen israelí continúan sin interrupción, para luego enfatizar el derecho del pueblo oprimido palestino a resistir ante la ocupación y enfrentar sus agresiones.
Este mismo jueves, durante el funeral del citado niño asesinado, un joven palestino, de 20 años, ha sido baleado por soldados israelíes y resultó gravemente herido en la ciudad de Beit Ummar, sita en el norte de la ciudad de Hebrón, tras enfrentamientos entre residentes y soldados israelíes.
Es más, la noche del martes (hora local) después de que las fuerzas de ocupación israelíes mataran a tiros a un palestino, Shadi Omar Lutfi Salim, en Nablus, también en la Cisjordania ocupada, las fuerzas de Israel reprimieron con mano dura a los manifestantes que protestaban contra el asesinato de Salim y detuvieron a seis personas después de varios enfrentamientos.
Además, al menos 200 manifestantes palestinos resultaron heridos por el disparo de balas o gases lacrimógenos lanzados por soldados israelíes.