El presidente Isaac Herzog, de 60 años, y su esposa Michal recibieron la tercera dosis de Pfizer/BioNTech en el hospital Sheba, en los suburbios de Tel Aviv.
Mientras muchos países occidentales todavía se esfuerzan en ampliar la población con la pauta completa de vacunación anticovid, Israel se adentra en terreno desconocido administrando desde este viernes una tercera inyección a las personas mayores de 60 años.
Para impulsar la campaña, el presidente Isaac Herzog, de 60 años, y su esposa Michal recibieron la tercera dosis de Pfizer/BioNTech en el hospital Sheba, en los suburbios de Tel Aviv. También el exprimer ministro Benjamín Netanyahu se administró una tercera inyección.
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“Comenzamos la campaña de refuerzo de la vacunación” para que la vida pueda volver a la normalidad lo antes posible, declaró el presidente Herzog tras vacunarse.
La administración de tres dosis de la vacuna anticovid refuerza la protección ante la contagiosa variante delta, según el laboratorio Pfizer, pero no ha sido aprobada por las autoridades sanitarias de Estados Unidos o la Unión Europea.
La decisión de Israel “está basada en la opinión de expertos, en la lógica, pero no en evidencia científica sólida. Pero está bien”, dijo a la AFP el epidemiólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Hagai Levine.
“En salud pública y en medicina, a veces tomas decisiones basadas en tu experiencia y tu razonamiento”, añadió.
Israel desplegó una rápida campaña de vacunación gracias a un acuerdo con Pfizer/BioNTech y levantó muchas restricciones en junio, cuando las nuevas infecciones de covid-19 habían caído desde 10.000 a menos de 100 diarias.
Pero los contagios repuntaron en las últimas semanas y volvieron medidas como la obligatoriedad de usar mascarilla en espacios cerrados públicos.
55% de la población vacunada
Un 55% de sus nueve millones de habitantes tienen la pauta completa de vacunación, pero alrededor de un millón rechazan las inyecciones.
Ante el incremento de contagios, el primer ministro, Naftali Bennett, anunció una campaña para inyectar una tercera dosis a las personas a partir de 60 años ante el temor despertado por la contagiosa variante delta.