La última vez que vimos a TJ Dillashaw en el octágono fue en enero de 2019
Henry Cejudo le noqueó en el primer asalto en la disputa del título del peso mosca. Él era campeón del gallo y esa vía iba a seguir… pero la USADA notificó un positivo en EPO. Le cayó una sanción de dos años. Lo aceptó, no se mostró y siguió trabajando. Ahora, a días de volver a la acción este sábado, el estadounidense vuelve a admitir su error, aunque también intenta quitar las dudas que ahora surgen sobre él. “Si pensara que llegué a alguna parte debido a la EPO, no estaría pidiendo a Cory Sandhagen o un top5. Voy a ser un animal cuando vuelva a la jaula. Cometí un error.
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Me equivoqué. Ser capaz de vivir con eso, reconocerlo, eso ha sido la sido fácil”, apuntó antes de disputar el combate estelar del UFC Las Vegas 32.
Este sábado le espera el número 2 del peso gallo, Cory Sandhagen. Será una pelea difícil, pero Dillashaw está confiado. “Era mi única oportunidad de seguir en UFC. Tenía que aceptarla, pero creo que es un rival que me favorece”, añadió en la previa. Habrá que verlo, porque sobre él hay muchas dudas. La principal es el paso del tiempo. Con 35 años, estar más de dos años parado es mucho tiempo. Además, su regreso se ha retrasado dos meses. Se lesionó a pocos días de la primera fecha. ¿Más preparación le vino mejor? Habrá que verlo. Nunca ha parado de entrenar (en su grupo de trabajo está, entre otros, el excampeón de Bellator Juan Archuelta), pero la competición es diferente y puede que se le atragante.
El estadounidense, antes de caer contra Cejudo, venía de cuatro victorias seguidas (dos de ellas por título), pero eso es el pasado. Tiene mucho en juego.