Apelando a logros deportivos conseguidos las futbolistas exigen un salario que se equipare al percibido por la rama varonil.
El equipo ganador de la Copa del Mundo demandó al organismo rector del futbol en Estados Unidos en 2019 buscando 66 millones de dólares en daños bajo la Ley de Igualdad de Pagos, alegando discriminación de género en las compensaciones.
El juez federal de distrito R. Gary Klausner en Los Ángeles rechazó las afirmaciones de las jugadoras de que eran mal pagadas en comparación con el equipo nacional masculino y semanas después denegó la apelación de los jugadoras hasta que se resolviera un elemento sobre condiciones laborales.
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“Si una mujer tiene que trabajar más que un hombre y tiene más éxito que él para ganar aproximadamente el mismo salario, definitivamente no es un salario equitativo y viola la ley”, argumentó Molly Levinson, portavoz de la USWNT.
La Federación de Futbol de Estados Unidos emitió un comunicado en respuesta diciendo que está “comprometida con la igualdad salarial”, y agregó que continúa buscando una solución con las jugadoras fuera del sistema judicial.
“Eso es exactamente lo que hacen las jugadoras de la selección nacional de Estados Unidos. Juegan más partidos y logran mejores resultados para que se les pague aproximadamente la misma cantidad que los jugadores de la selección nacional masculina por partido”.
El USSF y la selección femenina llegaron a un acuerdo sobre igualdad de condiciones laborales en diciembre, y el tribunal de distrito aprobó el acuerdo en abril.
La selección femenina de futbol de Estados Unidos está compitiendo en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde fue derrotada 3-0 por Suecia en su primer partido. Se enfrentará a Nueva Zelanda el sábado 24.
