Congresistas de Estados Unidos pidieron este jueves al gobierno federal cerrar el centro de detención de migrantes del condado Glades (GCDC, en inglés) en Florida, debido a las denuncias de “negligencia sanitaria” durante la pandemia y represalias contra indocumentados que se han quejado de la situación.
Ocho legisladores se hicieron eco de las denuncias de varias organizaciones civiles, entre ellas Freedom for Immigrants y el Southern Poverty Law Center (SPLC, en inglés), sobre los fallos de higiene y salud del GCDC, en Moore Haven, en el sur de Florida.
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Instaron en una carta al secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Alejandro Mayorkas, a rescindir inmediatamente el contrato, que data de 2006.
“Este centro de detención tiene un preocupante historial de abusos y continúa generando informes de presunta negligencia médica, uso excesivo de la fuerza y otras violaciones de la dignidad humana”, dicen los congresistas.
Sean Taylor, un migrante de Jamaica que ha estado detenido en GCDC durante ocho meses, dijo que la atención médica es “inhumana” y los servicios de emergencia lentos, según un comunicado de Freedom for Immigrants.
Denunció que son “silenciados con gas pimienta, golpizas fuera de cámara y confinamiento solitario” cuando denuncian los abusos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés).
Los grupos se quejan del uso de aerosoles químicos tóxicos que ocasionan problemas a la salud y la fertilidad de los migrantes detenidos.
Señalan que hay “un patrón perturbador” que además incluye “violaciones flagrantes de los protocolos de seguridad del Covid-19, y falta de cumplimiento de las pautas de liberación ordenadas por una corte federal, uso de la fuerza en represalia por protestas pacíficas y uso de aerosoles químicos tóxicos en espacios cerrados”.
Varias organizaciones, entre ellas el SPLC, unidas en la Coalición Shut Down Glades, habían solicitado el cierre de esa institución.
“Sabemos que el Covid-19 ha aumentado más rápidamente en los centros de detención de ICE”, dijo Lorena Del Pilar Bonilla, una de las fundadoras del capítulo de Florida de Doctores por el Cierre del Campamento.
Bonilla le pidió a Mayorkas que “aborde estas violaciones a la salud pública y los derechos humanos cerrando el centro de detención del condado de Glades”.
“Los relatos de testigos presenciales de personas detenidas en Glades hablan de abusos horribles y negligencia en esta instalación”, manifestó por su parte Rebecca Talbot, de Immigrant Action Alliance en Glades.
Las organizaciones además temen que ICE, que recientemente transfirió a seis mujeres al centro, convierta el GCDC en un centro de detención femenino “lo que genera aún más preocupaciones sobre las violaciones y abusos de la salud y seguridad reproductiva de las mujeres”.
Son también parte de la coalición Americans for Immigrant Justice, American Civil Liberties Union (ACLU, en inglés) de Florida, Detention Watch Network, United We Dream, QLatinx y la Florida Immigrant Coalition.
Los congresistas señalaron que ICE, que opera más de 200 instalaciones en todo el país, debe evaluar la calidad de la atención y cerrar o rescindir contratos con instalaciones que no cumplen con los estándares básicos.