Marc Gasol coge la bandera y la Selección pasa de fase

En un espantoso día de divorcio con el triple, y tal vez antes de tiempo en la hoja de ruta de Scariolo, Marc Gasol (19 puntos) cogió la bandera de la Selección en el tercer cuarto y deshizo el ovillo en un partido que a España se le estaba haciendo bola. Limitada por el tremendo desacierto en el tiro de tres (4/29), el pívot de Sant Boi pidió el balón y certificó el pase de la Selección a la segunda fase (63-73), donde ya esperan oficialmente Italia y Serbia en Wuhan. El partido dejó un par de buenos aprendizajes. El primero tuvo que ver con el partido. Nadie entrega nada en un Mundial, y eso vendrá bien interiorizarlo para cuando a la Selección no le toque ser favorita. El segundo es que España es un equipo con limitaciones pero en el que los secundarios de Ricky y Marc están obligados a un poco más. Llull lo entendió en el final del tercer cuarto y en el inicio del último. No nos estresemos. Esto tiene un proceso.
«El triple es nuestro oxígeno», dijo Sergio Scariolo después del estreno ante Túnez. Si eso es así, España se quedó sin respiración en la primera parte. Firmó un inaceptable 12 por ciento en lanzamientos de tres puntos (2/17) bajo la atenta mirada de Andreas Zagklis, la mano que mece la cuna en la FIBA; del gran Dirk Nowitzki, embajador del Mundial junto a Kobe Bryant; y del ex seleccionador Juan Antonio Orenga, que lo vio con José Ignacio Hernández, secretario técnico de la FEB. El triple, pues, fue el lastre para España en la primera parte, aunque tampoco ganó la batalla del rebote (24-21). Puerto Rico, extramotivada después de un estreno ante Irán en el que habían demostrado todo lo contrario, jugó con un alto nivel de estimulación y de implicación defensiva. Se tiró con todo por cada balón subterráneo y atacó con valentía el aro de España. Los pequeñitos Browne y Rodríguez encontraron las cosquillas de la Selección, a la que se notó algo incómoda. Sólo se encontró con la entrada de Quino.