Un grupo internacional de científicos aseguró haber desarrollado una estrategia para predecir, con un 70% de precisión, qué niños tendrán mayores probabilidades de beber alcohol de manera descontrolada durante su adolescencia.
De acuerdo con su investigación, publicada este jueves por la cadena pública British Broadcasting Corpo-ration (BBC), la personalidad y los principales acontecimientos vividos en la infancia determinan si los adolescentes seguirán el camino de las borracheras o de la sobriedad.
Los investigadores llevaron a cabo el estudio más grande de su tipo para determinar y conjuntar los factores que predisponen a los menores a consumir bebidas alcohólicas en exceso entre los 14 y 16 años, a fin de elaborar una prueba y, en caso necesario, que reciban atención. La prueba es una combinación de 40 factores, incluida la estructura del cerebro, la personalidad y las experiencias más importantes de la vida, aunque un método más simple sería efectuar un examen práctico a través de un escáner cerebral, pero resulta costosísimo. Estudios previos han buscado las diferencias entre los adolescentes que beben sin control y quienes no lo hacen, sin embargo no pueden desentrañar lo que hace que alguien sea más propenso a consumir grandes cantidades de alcohol a partir de la adolescencia.
Los científicos se encontraron un arsenal enorme de variables, como los antecedentes familiares, la exposición al alcohol, el neuroticis-mo (inestabilidad emocional) la extravagancia, la escrupulosidad y otros rasgos de la personalidad. También contemplaron los genes y el volumen del cerebro, así como la forma en que éste responde a la recompensa y frustración, entre muchos otros factores.
“No es una cosa realmente grande, sino un montón de pequeñas cosas que se suman para hacer la predicción” afirmó el doctor Robert Whelan, del Colegio Universitario de Dublín, en declaraciones a la BBC.
Señaló que la prueba tiene tres áreas principales, “la actividad cerebral, la estructura del cerebro y la personalidad” , y explicó que la búsque-da de cosas nuevas aumenta el riesgo, mientras que la conciencia tiende a reducir las probabilidades. Además, los eventos de la vida como las relaciones amistosas y amorosas, son “altamente predictivas” . Whelan aseguró que la prueba es muy amplia y permite identificar a las personas susceptibles para que reciban una intervención especial, por ejemplo si se analizan a mil niños podrían detectarse riesgos en unos 200 de ellos. Destacó que es importante identificar a los menores en riesgo de consumo excesivo de alcohol porque estudios realizados han demostrado que este tipo de bebida tiene efectos neurotó-xicos que se desarrollan en la edad adulta. Reconoció sin embargo que la prueba -relativamente económica- tiene un valor limitado y que una versión simplificada de la misma es un escáner cerebral, pero que ésto tiene un costo prohibitivo.
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