Con miras a estimular la discusión acerca del cuerpo y su importancia en el contexto social, en concreto abordando la biopolítica, se llevará a cabo en la ciudad, del 3 de julio al 1 de agosto próximos, la tercera edición del “Simposio sobre Cuerpo y Erotismo” que, en esta ocasión, diversifica y aumenta sus ámbitos disciplinarios para explorar las distintas y variadas perspectivas desde donde nos vinculamos con este fenómeno, a través de 10 sesiones que se realizarán los jueves y viernes con sede en La Fábrica de Chocolate.
En estas sesiones, a realizarse de 18:00 a 21:30 horas, se proyectarán materiales audiovisuales —entre largometrajes de ficción o documentales, además de una exposición fotográfica y performances— a los que seguirá una charla sobre el tema y una posterior interacción con los asistentes.
Alina Peña, integrante del colectivo organizador, señala que el proyecto en un inicio fue planteado como un cineclub, “pero a partir de la incorporación de nuevos elementos —como el artista visual y escénico Roberto Zamarripa— nos planteamos ahora como una plataforma para discutir temas de cuerpo y erotismo. Así, ahora la oferta de proyectos audiovisuales es más amplia porque incluye un proyecto foto documental y dos performances”.
ESPACIO NO INSTITUCIONALIZADO
Alina Peña detalla que el simposio busca “partir de temáticas sociales que nos interesan y, en este caso, al discutir las consecuencias políticas de estos temas es que planteamos abordar la biopolítica como central; buscando trabajarla de modo que los asistentes puedan permearse del asunto. El tema es amplio y sólo contamos con 10 sesiones, por eso se tratan diferentes aspectos (los más cruciales)”.
Destaca que si bien éste no es el único espacio de discusión, el evento sí es uno de los pocos en Guadalajara que no son institucionalizados para el desarrollo de diálogos y discusiones de este tipo. Además, añade, “es de puertas abiertas, autogestionado, colaborativo y participativo, lo que lo enriquece mucho, porque quienes participan se lo apropian”.
A diferencia de ediciones anteriores, ahora incluso se han acercado organizaciones y establecimientos para “patrocinar” de algún modo el simposio, con “apoyos en especie” que facilitan la realización del evento y, como indica Vidrio, contribuyen a que “esto se haga más grande y pueda impactar un poco más”.
Lo anterior forma parte de los objetivos de “generar espacios de discusión que se producen de manera participativa”, destaca Peña, “y es importante que se haga fuera de los muros académicos, más allá de cátedras; nosotros invitamos a comentaristas y sabemos de su capital académico, pero se trata de hablar de manera accesible ante un público diverso, con personas no familiarizadas con conceptos especializados.
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