El aumento del tamaño del abdomen por acumulación de líquido o ascitis es un síntoma de enfermedades del páncreas, corazón o riñones pero, sobre todo, de problemas en el hígado debido a alcoholismo, cirrosis o cáncer.
Ascitis, acumulación excesiva de líquido en el abdomen
La ascitis es un término poco empleado en el lenguaje popular, pero hace referencia a un problema relativamente frecuente en quienes padecen enfermedades del hígado (hepáticas) debido a infecciones y alcoholismo: se trata de la acumulación excesiva de líquido en la cavidad abdominal debido a la obstrucción del flujo sanguíneo local.
Esta complicación, que también surge debido a afecciones de larga duración (crónicas) que dañan a otros órganos alojados en el abdomen, llega a presentarse rara vez y sin generar consecuencias; empero, en muchos casos es el reflejo de un padecimiento severo y muy avanzado, por lo que involucra a importante volumen de fluidos que producen crecimiento (distensión) abdominal pronunciado, malestar general y dificultades respiratorias, pues los pulmones cuentan con menos espacio para expandirse y recibir aire con normalidad.
Debido a su fuerte vinculación con daño al hígado generado por consumo inmoderado de alcohol durante años, este problema se presenta con mayor frecuencia en personas mayores de 45 años. Asimismo, es más común entre la población masculina, aunque en fechas recientes se ha incrementado entre las mujeres, ya que cada vez son más propensas al consumo de bebidas embriagantes.
Muchos factores
En los pacientes con enfermedades hepáticas, la ascitis se presenta principalmente por el incremento en la presión sanguínea de la vena porta (hipertensión portal), aunque se reconoce que otros factores intervienen en el problema, como retención de sodio y agua por el organismo o alteraciones hormonales.
La vena porta es una vía de gran calibre que lleva sangre del intestino delgado hacia el bazo, páncreas y vesícula biliar, y concluye su trayecto en el hígado, donde el líquido vital se reparte en pequeños canales o vasos. Si este conducto llega a obstruirse o aprisionarse, tal como ocurre en una enfermedad hepática, la presión sanguínea local aumenta en forma considerable.
Así, el sobreesfuerzo genera que parte del líquido transportado por la sangre se filtre y salga por la superficie del hígado e intestino, de modo que se genera una acumulación paulatina de fluidos (líquido ascítico) en la cavidad abdominal. Los trastornos del hígado que se asocian a ascitis incluyen:
Cirrosis. Esta enfermedad crónica consiste en la muerte progresiva del tejido hepático normal y su sustitución por cicatrices y tejido fibroso, de modo que el hígado pierde sus capacidades, además de que la inflamación y destrucción celular obstruye la vena porta y genera hipertensión portal. La principal causa de este problema es el consumo inmoderado de alcohol.
Hepatitis. Es la inflamación del hígado a causa de microorganismos infecciosos, como virus de la hepatitis (tipos A, B, C, D y E) y bacterias, además de algunos parásitos. También genera destrucción de tejido hepático e hipertensión en la vena portal.
Cáncer hepático. El surgimiento de tumores malignos en el hígado es más frecuente en hombres que en mujeres y ataca, sobre todo, a personas entre 50 y 60 años de edad. Es común que genere problemas circulatorios en el hígado.
Trombosis de la vena porta. Se trata de la obstrucción de las venas del hígado a causa de un trombo o coágulo de sangre. Es, por lo general, un padecimiento derivado de cirrosis y hepatitis, aunque también lo ocasionan células cancerígenas arrastradas por el sistema circulatorio desde hígado, páncreas, estómago u ovarios, y por restos de sangrados internos generados por inflamación en vesícula biliar o páncreas. Los coágulos también pueden formarse en la misma vena porta a causa de mala circulación sanguínea.
Otros padecimientos vinculados a la acumulación de líquido en abdomen, no relacionadas directamente con problemas del hígado, son:
Pericarditis constrictiva. Es la inflamación del pericardio (cubierta en forma de saco que recubre al corazón) que genera engrosamiento, cicatrización y endurecimiento del mismo. Como consecuencia, la sangre bombeada disminuye en cantidad y fuerza, facilitando la formación de coágulos en la vena porta.
Insuficiencia cardiaca congestiva. Este padecimiento se caracteriza por la pérdida de capacidad en el bombeo de sangre, misma que se acumula en hígado, tracto gastrointestinal, extremidades y pulmones. También se generan trombos por este motivo.
Síndrome nefrótico. Es un trastorno en el riñón que ocasiona retención de líquidos en el cuerpo (edema) notándose más en párpados y piernas; a medida que el tiempo pasa, puede haber acumulación cerca de pulmones y en abdomen. Se presenta tanto en niños como en adultos. Insuficiencia renal. Es la pérdida de la capacidad del riñón para eliminar residuos y toxinas de la sangre.
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