La otra noche mi amigo “Carlos” llegó a casa muy alterado, pero a la vez muy triste porque “Pamela”, su novia, rechazó su propuesta de matrimonio, pero no fue sólo su negación lo que lo puso así, sino que ella comenzó a sentirse mal y cuando la llevaba a su departamento, saltó del auto en marcha y se fue huyendo despavorida ¿Qué fue lo que hizo que ella reaccionara así?
Fobia al matrimonio, Gamofobia, Salud Mental
Resistencia al matrimonio que se convierte en fobia
Según expertos, desde hace tres o cuatro décadas, tanto hombres como mujeres han mostrado cada vez mayor reticencia a casarse, que en ocasiones se acentúa demasiado y llega a convertirse en fobia, que de no ser tratada puede poner en riesgo su salud mental y afectar sus relaciones personales.
Este miedo irracional y persistente al matrimonio se conoce como gamofobia (del griego gamos = “matrimonio” y phobos = “miedo” o “temor”) y pese a que las personas comúnmente suelen sentir dudas y preocupación por casarse, ya que no se trata solo de convivir íntimamente con la pareja, sino además asumir serie de responsabilidades sociales y económicas, la fobia al matrimonio no es este tipo de temor.
Cuando al contemplar la posibilidad de casarse las personas entran en ataque de pánico que va mucho más allá de lo razonable, padecen gamofobia. ¿Será que “Pamela” sufre de este tipo de fobia? ¿Por esto salió huyendo sin importar poner en riesgo su vida?
“Carlos” me comentó que su novia había terminado una relación anterior que duró 5 años, porque según ella, al estar a punto de casarse descubrió que su pareja de entonces no era la persona indicada con la que ella pudiera compartir su vida. ¡Cómo! ¿Tanto tiempo y no se dio cuenta hasta estar casi en el altar?
Asimismo, él considera que quizá este miedo al matrimonio se debe a que los padres de “Pamela” se divorciaron cuando ella tenía 8 años de edad, lo cual la marcó profundamente y, a pesar de haber acudido a terapia, aún no ha sido capaz de superarlo como para tener confianza en las nupcias.
Síntomas característicos de gamofobia
De acuerdo con especialistas, las personas que padecen gamofobia ante la posibilidad de contraer nupcias suelen presentar los siguientes síntomas físicos:
Aumento de frecuencia cardiaca.
Sudoración excesiva.
Escalofríos o calores súbitos.
Temblor o estremecimiento.
Dificultad para respirar.
Sensación de atraganta-miento.
Dolor en el tórax.
Malestar estomacal.
Mareo o desmayo.
Dolor de cabeza.
Miedo a perder el control o enloquecer.
Aturdimiento.
Temor a morir.
Actualmente, el número de mujeres que rechazan el matrimonio va en aumento aunque no así el tener uno o varios hijos, ya que ante las diferentes oportunidades prefieren dedicarse a su desarrollo profesional, sin la aparente atadura que implicaría una relación matrimonial.
Por su parte, en los hombres es conocido su temor a casarse, ya que sienten coartada su libertad no sólo social, sino sexual, sin embargo, en algunas ocasiones simplemente tienen miedo a contraer nupcias, ya que están dispuestos a vivir en pareja, tener hijos, pero no a firmar o decir sí frente al altar, pues en el acto entran en pánico, se desmayan, salen corriendo o quedan paralizados, sin poder responder.
En este contexto incluso tenemos casos de famosos como el futbolista español Gerard Piqué, quien recientemente descartó su matrimonio con la cantante Shakira, con quien, no obstante, ya tiene un hijo, el pequeño Milan.
Gamofobia debe atenderse antes de que afecte la salud mental
Este problema puede llegar al extremo de convertirse en problema psiconeurótico, es decir, trastorno mental caracterizado por grupo de síntomas como ansiedad grave, obsesiones y actos compulsivos, que producen dolor y malestar psicológico, comúnmente desproporcionados en relación con la realidad de la situación.
De acuerdo con especialistas, la gamofobia se debe a que el inconsciente alberga todos los pensamientos relacionados con la agresión y la sexualidad que los seres humanos experimentamos, lo cual se traduce en un miedo irracional para llegar al matrimonio.
Por ello, requiere atención clínica y debe ser tratado con psicoterapia a fin de evitar que afecte la salud mental y calidad de vida del paciente.
Cabe mencionar, que en la actualidad no existe ningún fármaco que cure las fobias, pero sí es posible ponerse en manos de psicoterapeutas con lo que se logran óptimos resultados.
Sin duda, el caso de “Pamela” es preocupante, por lo que le insistí a mi amigo “Carlos” que la convenza de consultar al especialista, pues para lograr la recuperación de este trastorno mental es necesario que la persona acepte y entienda que la fobia que alberga en su inconsciente es un temor de fácil solución y, ante todo, tiene que estar dispuesta a superarlo.