Concluyen grupos de contención que ofrece el IMES

Esta semana el Instituto de las Mujeres del Estado de San Luis Potosí (IMES) concluyó el segundo bloque de grupos de contención emocional para el personal que atiende a personas víctimas de violencia con la premisa “Autocuidado para el bienestar de quien acompaña procesos”. En tres grupos que se desarrollaron en el mes de junio, se atendió a 35 personas de diversas dependencias gubernamentales como la Prodem, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el Cavif y Hospital Central.
La ESP. Andrea Saldaña Rivera, Directora General del IMES comentó que el personal que atiende a mujeres víctimas de violencia de género se enfrenta, a lo largo de su trabajo, con diversas situaciones que le llevan a confrontarse con sus propios aspectos emocionales relacionados con este tipo de violencia. Por ello, es importante revisar aspectos relacionados con este tipo de trabajo y las secuelas que deja en la salud física y mental de quienes lo realizan.
La violencia es un fenómeno contaminante que genera una sensación de vulnerabilidad y, que afecta emocional y físicamente, ya que coloca al personal que atiende a víctimas ante actos que parecieran ser la negación de la propia vida, la solidaridad y la confianza en los seres humanos. La atención de víctimas de violencia contiene elementos difíciles de asimilar emocionalmente, ya que pueden involucrar situaciones como el escuchar descripciones gráficas de violencia y victimización que dejan imágenes impactantes; colocar a quien atiende en el lugar de testigo de una situación de violencia, sin poder detenerlo; tener la expectativa constante de que en cualquier momento podría ocurrir algo más grave; no contar con espacios en donde las personas que atienden a las víctimas puedan expresar y elaborar los sentimientos que evocan las historias de violencia de género; así como sensaciones de impotencia y el riesgo constante de remover las propias experiencias dolorosas quizás aún no resueltas.
Estas circunstancias pueden provocar dificultades para establecer una proximidad adecuada con la persona a quien se atiende; lo que puede manifestarse en un rango que va desde el sobre-involucramiento hasta la insensibilización alterándose, por lo mismo, su capacidad de establecer un buen vínculo emocional y una relación empática en una atmósfera de seguridad, indispensables en el trabajo con mujeres víctimas de violencia de género. Las reacciones que se presentan más frecuentemente en el personal que atiende a víctimas de violencia se han tipificado como: trauma vicario, estrés traumático secundario, fatiga de compasión y síndrome de ‘Burnout’, éste último con sus tres características: agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal.
Por todo ello la titular del IMES, Andrea Saldaña Rivera, se ha preocupado por el tema de la contención, con el fin de brindar una mejor atención a las usuarias. El objetivo de los talleres de contención es, ofrecer al personal de las instituciones que atiende directamente a las víctimas de violencia de género un conjunto de conocimientos y estrategias para mejorar su desempeño profesional y lograr una mayor objetividad; además de auto-apoyarse para vincularse adecuadamente sin sobrecargarse e insensibilizarse, anteponiendo en su labor profesional los derechos humanos de las usuarias por encima de los valores personales al acompañar y facilitar procesos. Los talleres se realizan desde la perspectiva humanista, con una base de trabajo grupal a través de CAI (Círculos de Aprendizaje Interpersonal) y están dirigidos a las y los profesionales de las áreas de psicología, trabajo social, abogados/as y en general a personal institucional cuya actividad laboral implique atender directamente a mujeres víctimas de violencia. Saldaña Rivera comentó que en la segunda mitad del mes de agosto se retomarán nuevos grupos para personal que atiende víctimas de violencia, incluyendo personal de algunos municipios que lo han

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