Antes de que pudiera expresar sus sentimientos articulando palabras, Sandra Pani (Ciudad de México, 1964) lo hacía con imágenes. El arte, dice, “ha sido para mí una herramienta de transformación y de búsqueda”. ¿Quién soy?, ¿A dónde voy? ¿Cuál es la esencia de mi identidad?, se pregunta. A través del arte ha tratado de obtener respuesta.
“El medio de expresión con el que puedo entrar en contacto con el mundo y conmigo misma siempre han sido las imágenes. Desde muy pequeña yo podía identificar mis sentimientos antes de que pudieran ser articulados en palabras, con una imagen, yo me sentía como una imagen, la pintura ha sido para mí un medio de autoconocimiento muy profundo”, señala.
Esa indagación recóndita articula My Intangible Self/ Mi Yo Intangible, exposición conformada por un políptico en óleo sobre lino de 20 piezas y dibujos (principalmente de grafito) sobre papel y tela, que la artista inaugurará el 3 de julio próximo en la el Instituto Cultural de México en Washington DC.
En la muestra están las inquietudes que siempre ha tenido Pani: el cuerpo y su anatomía, la naturaleza y sus interconexiones con todo lo vivo, el encuentro consigo misma. En la exposición, señala, “están las constantes de la anatomía, esas cuestiones que tienen que ver con la búsqueda de la identidad y de utilizar mi corporalidad y la fragmentación de mi cuerpo para buscar esa identidad; también aparece toda la similitud que hay con el mundo vegetal, que tiene que ver con la cuestión de cómo todas las cosas vivas se parecen y todo tiene similitud entre el cuerpo y el mundo vegetal”.
Con imágenes reductivas, sintéticas, siempre jugando con los contrarios: la línea y la mancha, el sutil trazo y el material dando textura al cuadro, la artista indaga además sobre las “diferentes capas” con las que dice, están formados los hombres.
Copyright ©️ 2024 El Heraldo de San Luis Potosí. De no existir previa autorización, queda expresamente prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier otro uso de los contenidos.