Dieron muerte a empleado municipal a garrotazos

Presunta banda de homicidas y asaltantes fue desmembrada por agentes ministeriales, reconocieron el asesinato, a garrotazos, de un trabajador del municipio, en Aquismón. Los sospechosos ya se encuentran tras las rejas, a disposición del Juez.
Fue en un operativo de sobrevigilancia por diferentes comunidades del municipio de Aquismón, donde ministeriales y municipales del lugar, lograron la detención de tres miembros de una banda de asaltantes, además son sospechosos del asesinato a garrotazos de un empleado del ayuntamiento de esa entidad.
Los presuntos homicidas fueron identificados como José Alejandro N., de 29 años de edad alias “El Chaparro”; Roberto N., de 26 apodado “El Beto” y Santos Modesto N., conocido como “El Ot”, todos vecinos y originarios de la comunidad de Tampete, cuarta sección del citado municipio, y su lugar de operaciones eran los caminos vecinales de terracería a las diferentes entidades.
Durante la entrevista con los agentes, luego de que fueran sorprendidos con armas blancas en los alrededores de Aquismón, confesaron haber participado en la muerte a palos de quien en vida respondió al nombre de Ismael Merced Epifanio, y haber agredido a las lesiones a la hija de este, en hechos sucedidos la mañana del 2 de marzo pasado, en un tramo carretero que conduce al Sótano de las Golondrinas.
Fue el “Ot” quien se dijo líder de la banda delincuencial, él declaró que la agresión en contra del trabajador del ayuntamiento de Aquismón se debió simplemente a que no le caía bien, y esa mañana al “topárselo” cuando iba acompañado de sus cómplices les pidió que lo apoyaran para darle una golpiza, “Ellos lo sujetaron mientras yo le golpeaba la cabeza con un garrote”, reconoció. Después agredieron a la hija a la que dejaron inconsciente, pues también le asestaron algunos garrotazos, uno de ellos, por el cual perdió el sentido, le hizo blanco en la cabeza.
Los tipos reconocieron que ese es su trabajo; atracar al infortunado que se cruza en su camino, al cual lo amagan con sus respectivas armas blancas y los despojan de su dinero y objetos de valor que luego venden y el dinero lo utilizan para la compra de Yuco y/o aguardiente.
La detención ocurrió durante el operativo en un camino vecinal por donde los tres presuntos maleantes caminaban, y al notar la cercanía de la policía, quisieron deshacerse de sus armas blancas, y al ser descubiertos confesaron que las utilizaban para sus constantes atracos en ese sector. Ahora están a disposición del fiscal al igual que las armas que portaban.