En septiembre de 2007, el gobierno del Distrito Federal (GDF) se inclinó porque los trenes de la Línea 12 del Metro fueran de rodadura férrea y no neumática, ya que significaba un ahorro de 7% menos en mantenimiento de vías y trenes. Sin embargo, siete años después, la línea presenta problemas de incompatibilidad entre vías y trenes.
Este dictamen técnico fue incluido en la Evaluación Socioeconómica de la Línea 12, con fecha del 8 de junio de 2009, que fue entregada a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
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Un Diario de circulación nacional publicó que la SHCP, mediante un oficio del 24 de abril de 2009, solicitó a la Secretaría de Finanzas —cuyo titular era el ahora senador Mario Delgado— precisar 49 puntos del proyecto para autorizarle deuda pública. Lo cual fue subsanado por el ex funcionario capitalino, según respondió a esta casa editorial.
Si bien la conclusión fue que representaba un ahorro de alrededor de 7% con respecto a la propuesta económica de emplear trenes de llantas neumáticas, que son los que circulan en 11 de las 12 líneas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, en el dictamen se detallan algunos puntos como el hecho de que la rodadura férrea requiere mantenimiento continúo bajo estrictos programas de alineación y renivelación.
Otro aspecto que señalaron el dictamen es que los bogies (canastas que unen las ruedas con el tren) de los trenes férreos al ser elementos más comunes en el mercado, tendrían un mayor potencial de innovación y desarrollo tecnológico en el país.
Además de que, indicaron, las refacciones para los trenes férreos son más accesibles de conseguir.
Sin embargo, en ese dictamen de septiembre de 2007, se indica que la diferencia se revierte contra la tecnología férrea porque es más sencillo cambiar una llanta neumática (cada cuatro días hábiles y cada 255 mil km) que reperfilar ruedas de acero que obliga a tener un torno especializado con operadores calificados y eso puede tardar 12 días hábiles por tren.
Reportaron costos elevados
Un Diario de circulación nacional publicó el 23 de marzo, que el Gobierno del Distrito Federal se había inclinado por la opción férrea por ser más barata.
El pasado 25 de marzo, un Diario de circulación nacional publicó que en este estudio socioeconómico se determinó que el arrendar los trenes tenía un costo más elevado que adquirirlos.
“Se hizo un análisis para determinar si era más conveniente comprar o rentar los trenes. A partir de los resultados obtenidos se observó que el costo total del arrendamiento es elevado”.
