Al menos una decena de fenómenos físicos participan en el futbol y que hacen de este deporte una de las actividades más espectaculares a nivel mundial, afirmó el experto Jorge Flores Valdés.
Al hacer un recuento de los diferentes fenómenos físicos que se presentan en esta actividad deportiva, el investigador del Instituto de Física de la UNAM detalló que en este deporte participan leyes de mecánica clásica, hidrodinámica, aerodinámica, así como las fuerzas gravitacional e impulsiva.
En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el académico gestualizó y visualizó de manera interesante los diferentes procesos que se producen en el mediocampo y que derivan en las jugadas del popular deporte.
“En los denominados tiros con chanfle la bola gira con respecto a un cierto eje, todo depende de cómo sea golpeada; gira en un eje horizontal, en un eje vertical o en uno inclinado”, advirtió el físico.
Detalló que en el tiro libre entran dos principios físicos que son el Bernoulli, que refiere que a mayor velocidad menor presión en el aire, y el efecto Magnus, definido por un físico alemán del siglo XIX y que encontró que una pelota que gira en el aire, recibe una fuerza lateral y eso es lo que desvía su trayectoria.
Para el caso del penalti, en el cual se ubica el balón a 11 metros de la línea de gol, el investigador explicó que debido a la distancia ahí se prioriza la velocidad del balón y, generalmente, la línea recta como trayectoria.
En cuanto a la actividad del portero, Flores Valdés hizo una analogía entre éste y el bateador de béisbol en donde el jugador no sabe qué trayectoria tendrá el balón, pero lo deduce al anticipar el eje de rotación de la pelota a partir de su buena vista.
Advirtió que en este proceso participan también otros factores como las rugosidades del balón, que arrastran el aire y lo hacen de manera diferente, según gira el esférico.
De esta manera, a veces el aire hace que el balón se mueva más rápido en una dirección y más lento en otra, entonces la presión que tiene arriba es diferente a la de abajo y eso cambia la trayectoria por lo que puede engañar al portero quien ha percibido una parabólica pero que luego cambia de dirección.
Desde luego también existen fenómenos que derivan en la rotura de un hueso y que es el resultado de un fenómeno equivalente al producido por golpear un clavo con un martillo.
En este caso, la fuerza generada con una patada (impulsiva) ejerce un efecto similar al de un martillo el cual produce una abertura en el muro con el clavo, lo mismo que el botín del defensa puede romper el hueso de otro jugador al impactarlo.
Mencionó que entre los fenómenos que participan al patear un balón están, además de la fuerza impulsiva, la que se genera por el campo gravitacional de la Tierra.
En suma, una decena de efectos físicos repercuten en el movimiento del balón, por lo que los que saben pegarle bien, los utilizan de una manera u otra para lograr su objetivo que es meter un gol, puntualizó. Pero lo más interesante, subrayó, es que todo eso lo hacen de manera inconsciente, pues muchas de estas situaciones surgen de haberlas repetido un millón de veces.
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