«Narco» explota a migrantes por omisión de los Estados: EU

El Departamento de Estado volvió a colocar ayer a México, que se ha consolidado como el principal corredor de tráfico de personas de Centroamérica a Estados Unidos, entre el pelotón de países que siguen sin cumplir cabalmente con los estándares mínimos para combatir una actividad que ha caído en manos del crimen organizado, con la complicidad de algunas autoridades que pecan por acción u omisión en la lucha para proteger a la población más vulnerable como mujeres y niños.
Aunque el Departamento de Estado reconoce los esfuerzos que ha realizado el gobierno de México para combatir el tráfico de personas, considera que la labor desigual entre el gobierno federal y los distintos estados de la República ha servido a las redes de tráfico de personas que se siguen beneficiando de la mano de obra barata de niños, mujeres o profesionistas a quienes el crimen organizado llega a enganchar como sicarios, como esclavas sexuales o como mano de obra en la explotación de campos de cultivo, de minas o en la excavación de túneles en la frontera con Estados Unidos.
“El crimen organizado explota por igual a ciudadanos mexicanos y a inmigrantes extranjeros en el tráfico sexual. Además, los obliga a participar en actividades ilícitas, enrolándolos como sicarios, como halcones y en la producción, transporte y venta de drogas”, señala el reporte.
“Los grupos criminales —prosigue— echan mano del trabajo forzado en las minas de carbón y también para la excavación de túneles para el contrabando de drogas a través de la frontera con Estados Unidos. “Algunos grupos criminales han secuestrado a los profesionales, como arquitectos e ingenieros, para realizar este tipo de trabajos forzados”, apunta el informe.
El reporte, que mantiene a México en la misma posición y calificación desde 2001, vuelve a insistir en la necesidad de que las autoridades federales y estatales colaboren para erradicar la práctica de la explotación.