La normalidad se restableció en el Gran Premio de Austria. Si el Gran Premio de Canadá sirvió para romper la hegemonía de Mercedes, el circuito Red Bull Ring devolvió las cosas a su punto de partida. El triunfo de Ricciardo en el Gilles Villeneuve de Montreal fue un accidente. Esta premisa se certificó en Austria, cuando los dos Mercedes perdieron la pole position, pero ganaron la carrera con una claridad meridiana. Nico Rosberg consiguió la tercera victoria de la temporada por delante de su compañero, Lewis Hamilton, y se distancia un poco más del piloto británico, que volvió a tener problemas de frenos, y ahora se encuentra ya a 29 puntos del alemán al frente de la clasificación.
Por detrás, el finlandés Valteri Bottas, de 24 años, logró el mejor resultado de su carrera al concluir en el tercer eslabón del podio. Hasta ahora no había superado la quinta posición. La había logrado en Melbourne y en Barcelona esta misma temporada. Bottas y Felipe Massa, cuarto, mostraron la excelente evolución de sus Williams, que este año se están interponiendo entre los grandes en la lucha por las primeras plazas de las clasificaciones y de las carreras. En este sentido, Ferrari es uno de los equipos perjudicados, porque ahora ya no sólo está luchando contra Red Bull para alcanzar a Mercedes, sino que debe defenderse de los ataques de escuderías teóricamente secundarias.
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Checo, un fin de ensueño…y el más rápido de la carrera
Sergio “Checo” Pérez, hizo una estupenda carrera partiendo desde la posición 16 una vez que fuera penalizado con cinco lugares por haber tenido una colisión con Massa en el pasado Gran Premio de Canadá, per lejos de que fuera un impedimento, el mexicano sacó la casta azteca y recuperó diez lugares para finalmente lograr el sexto lugar general del Gran Premio de Austria, al mismo tiempo de liderear unas vueltas, hacer la vuelta mas rápida y llegar adelante de su compañero de equipo Nico Hulkenberg, lo que le da un gran fin de semana que cualquier piloto quisiera vivir.
Por su parte el mexicano Esteban Gutiérrez no tuvo un auto competitivo este fin de semana, llegando al final de los autos que lograron culminar el dos vueltas atrás del líder y en lugar 19.
Fernando Alonso concluyó quinto, tras una carrera en la que sacó el máximo rendimiento a su Ferrari. La escudería de Maranello no consigue estar a la altura de su prestigio y sus dos pilotos siguen sufriendo en los circuitos para mantenerse entre los primeros. El asturiano se debate en cada prueba y supera de forma habitual a su compañero, Kimi Raikkonen, que en Austria entró en los puntos casi de milagro, concluyendo en décimo lugar. En cambio, Sergio Pérez logró situar su Force India en sexto lugar, tras una remontada espectacular y de haber salido de la 16ª posición.
“Sabíamos que debíamos defendernos y lo hemos hecho bien”, señaló Alonso. “Para mí ha sido la mejor carrera de la temporada. Hice una buena salida, con Hamilton detrás, pero está claro que su coche nos supera y eso se demostró cuando me superó en la octava curva. La quinta posición era la justa, porque los coches que nos precedieron eran bastante más rápidos que nosotros”.
Los problemas, en cambio, no se acaban para Sebastian Vettel. El piloto alemán, cuatro veces campeón mundial, volvió a retirarse, esta vez después de haber tenido que entrar en el taller cuatro veces para intentar resolver la pérdida de potencia que estaba sufriendo. Al final abandonó tras 36 vueltas, perdiendo una nueva oportunidad de recuperar posiciones en la clasificación del Mundial. Sus opciones esta temporada son ahora mismo nulas. Tiene 60 puntos y está a 105 del primer clasificado. Su impaciencia se agranda todavía más cuando comprueba carrera tras carrera que su compañero de equipo, el australiano Ricciardo le supera de forma habitual tanto en la clasificación como en la carrera. En Austria, Ricciardo acabó octavo, adelantando a Hulkenberg en las últimas curvas.
