Owen desconfía, le teme a la noche y a la oscuridad

Es un simple estar ahí. Esdarle la mano y esperar que Owen cierre los ojos para dormir y luego irla soltando poco a poco sin que él lo perciba y no se sienta solo.
Es contarle un cuento que le guste y luego asegurarse de que su muñeco Buzz Lightyear también escuche el cuento y esté bajo las sábanas junto a él. Es cosa de niños. Es brindarle seguridad, estabilidad. Es cosa de adultos. “Owen no puede enfermarse pues aún se está recuperando de una cirugía por estallamiento de vísceras consecuencia de los brutales golpes que le dio un adulto” explica Vicky, su mamá sustituta desde hace tres semanas en el Albergue Villa Hogar y Juvenil del DIFEM de Toluca.
RESPONSABLES
Jesús Díaz Alamilla, pareja de Irma Virginia Salazar Velasco y presunto agresor del niño Owen, fue consignado y trasladado el pasado 11 de junio al penal de Cuautitlán donde enfrentará cargos por lesiones agravadas. Irma Virginia Salazar Velasco, agente de tránsito y madre del menor, ya se encuentra presa en el penal de Cuautitlán desde el 22 de mayo. Personal de la CNDH inició una queja victimo-lógica por las presuntas violaciones a los derechos fundamentales del menor.
Mientras tanto, Owen desconfía y le teme a la noche y a la oscuridad. “Quiero que no sienta miedo al dormir, (ahí cuando le toca estar solo en sus sueños), y que logre por fin y por una sola noche un sueño continuo sin pesadillas”, dice.
Vicky y Erika son sus madres sustitutas. Dicen que al principio no les daba la mano al caminar. Ya lo hace. No quería bañarse, porque el agua representaba otra de las maneras en que fue agredido. Recibía baños de agua fría; fue golpeado, pateado y quemado con encendedor, así lo declaró el MP ante el juez de control José Eduardo Peirefil Rojas.
UN AMABLE ANFITRIÓN
Entramos a su casa, su madre sustituta es quien nos abre la puerta; al principio Owen está detrás de ella, al ratito se asoma atrás del delantal de su tutora y nos invita a pasar a su cuarto. Quiere mostrarnos su computadora y su tablet nuevas. Nos muestra el Buzz Lightyear que está junto a su almohada, “mi muñeco lo traje de mi casa”, explica. También muestra una estampa religiosa que le regaló su abuela. Su cabello ya ha crecido, semanas atrás se lo cortaron a rape para curar todas las heridas que tenía por los golpes que recibió en la cabeza.
Ahora quiere enseñarnos sus juguetes. Su preferido es un helicóptero.